23.8.06

Obra de Teatro XVII -> Zabaleta busca el tiempo perdido <-

Agradezco a los valientes que hicieron que vuelvan las historias del Dr. Zabaleta. Especialmente a Guille, quien no sólo me insitó a escribirlas nuevamente sino que hasta propuso ideas ridículas, como la de Zabaleta yendo al mundial. Idea que será aprovechada, claro.

Hace un buen tiempo que no teníamos noticias del Dr. Roberto Zabaleta. Varias hipótesis circulaban entre su grupo de amigos. Algunos sostenían que había huido del país en lancha hacia el Paraguay en dónde vendía productos electrónicos de contrabando. Otros defendían la idea de que se había desmaterializado y no faltaban quienes creían que simplemente se había olvidado quien era. Lo cierto es que un día Roberto Zabaleta reapareció y esa es la historia a la que voy a referirme...

En un bar, tomando wisky y con una tenue luz encontramos a Zabaleta hablando con una persona...

Zabaleta: Déjeme contarle, buen hombre, la historia de mi ausencia...
Interlocutor: No.
Zabaleta: ¡Qué me deje! ¡Demonios!
Interlocutor: Bueno, pero procuro embriagarme y no saber de qué habla... si eso no le molesta, entonces prosiga...
Zabaleta: Claro que no me molesta, es muy probable que lo que le cuente no tenga sentido de todas formas.
Interlocutor: Entonces lo escucho... o simulo escucharlo... o... que importa.
Zabaleta: Me encontraba yo discutiendo de la idea del Estado para Foucault con unos amigos en la cabaña de uno de ellos, cuando notamos que en el fuego ya no quedaba leña.... Uno de ellos me envió a buscar más leña afuera... y ahí sucedió...
Interlocutor: ¿Qué sucedió?
Zabaleta: Busqué la leña...
Interlocutor: Es usted un idiota.
Zabaleta: No se anticipe en la historia. Bueno, le decía... Cuando volví con la leña, entré a la cabaña y me di cuenta que en verdad estaba completamente drogado y no había cabaña, sino que estaba en un centro comercial, que no era Argentina sino un extraño país del sudeste asiático y que lo que llevaba no era leña, sino una mujer desnuda.
Interlocutor: Usted es verdaderamente un idiota...
Zabaleta: ¿Ya ve? Ahora se hace mucho más acertada su acotación, sin restar carácter de verdadero a la que ha hecho anteriormente.
Interlocutor: Claro que por su condición de respetado jurista y ex mandatario de la república lo han dejado libre, ¿no?
Zabaleta: No. inmediatamente me llevaron preso, la justicia en ese país no era muy tolerante. No me hicieron juicio, o estaba tan drogado que no lo recuerdo. Y me enviaron a una prisión en dónde pasé dos meses, hasta que en un atentado se derrumbó una pared y pude escapar.
Interlocutor: Pero usted estuvo desaparecido por más tiempo... ¿qué pasó luego?
Zabaleta: Cuando me escapé logré huir hacia África con un contingente de prostitutas, allí, luego de ser confundido con prostituta en varias ocasiones, estuve viviendo en un país desconocido llamado Tarambique o Maurizania, ya no lo recuerdo. Pero resulta que me convertí en entrenador del equipo Nacional de Fútbol del lugar.
Interlocutor: ¡Pero qué intrascendente!
Zabaleta: Claro que sí, pero lo importante es que viajamos a Alemania para jugar el mundial.
Interlocutor: Pero seguramente esos países no estaba clasificados.
Zabaleta: Claro está que no, pero nuestro propósito era convencer a las autoridades para que nos permitan jugar.
Interlocutor: ¿Lo lograron?
Zabaleta: Esa es una historia que referiré en otra ocasión...
Interlocutor: Bien, pero ¿luego del mundial qué hizo?
Zabaleta: Principalmente estar desnudo e intentar regresar a la Argentina. Estuve un buen tiempo en un barco pesquero chino que en sus espacios libres cultivaba arroz y en el tiempo libre los marineros cocían pelotas de fútbol para importantes marcas internacionales.
Interlocutor: ¿Y usted qué hacía en el barco?
Zabaleta: Primero fui cocinero, luego ayudante de a bordo y finalmente wing derecho...
Interlocutor: ¿Cómo que wing derecho? ¿Qué tiene eso que ver con...
Zabaleta: Silencio, no cuestione mi autoridad... dentro de ese barco he sido respetado como Marcelo Polino.
Interlocutor: ¡Oh,Dios mío!
Zabaleta: Bueno, no tanto como eso...

En ese momento Zabaleta se da cuenta que no está en un bar, sino en un prostíbulo de travestis y que estaba hablando con uno apodado Tachuela.

Zabaleta: Un momento... ¿pretende usted abusar de mí sexualmente?

Tachuela: En un principio sí, pero ahora ya no podría... debido a sus condiciones mentales...

Zabaleta: Silencio, ni una palabra más... ¿Esto que siento en mi pierna es...?

Tachuela lo mira con una sonrisa y asiente...

Zabaleta: Dios Santo! eso es enorme... lo felicito, pero debo retirarme. Adiós Tachuela, lo recordaré cuando logre gobernar el país nuevamente. Ya no contrataré a esos monos... dilapidaron todo el patrimonio de la Nación.

Una lágrima brota de los ojos de Tachuela, quien ve a Zabaleta salir nuevamente y como siempre ignorantemente victorioso.

F I N

22.8.06

PROXIMAMENTE

Se ha anunciado en medios de todo el mundo la reaparición del Dr. Roberto Zabaleta. Próximamente y en exclusiva, toda la historia de su tiempo perdido.

 
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