6.9.06

Obra de Teatro XVIII -> Zabaleta contra las dictaduras <-

Zabaleta se encontraba en África, en un país con un gobierno totalitario, estaba intentado escaparse de allí y para ello se contactó con un grupo revolucionario liderado por Molumbo. Claro que encontrarlo no fue fácil, sino que tuvo que viajar horas y horas...

Zabaleta: Disculpe, he viajado horas y horas para llegar hasta aquí... ¿es usted el respetado Molumbo?
Colectivero: Usted aun no ha desendido del colectivo señor.
Zabaleta: Eso no es posible. ¿Cómo explicaría si no que hace tan solo un instante he orinado contra un arbusto?
Colectivero: Lamentablemente eso era la larga cabellera de una señora que está viajando a su lado, que por cierto es muda y por eso no ha escuchado sus protestas.
Zabaleta: ¡Demonios!
Colectivero: Además me gustaría hacerle notar que su pantalón no recubre su parte trasera.
Zabaleta: Eso no solo lo sabía, sino que yo mismo he mandado hacerlo así.
Colectivero: ¿Tiene acaso eso una explicación?
Zabaleta: Por supuesto que no. No indague sobre mi misterioso accionar, podría arribar a catastróficas conclusiones. Como esa vez que me preguntaron por qué me babeaba al oir la palabra seno.

--------------Recuerdo de Zabaleta--------------
Transeúnte: Disculpe señor presidente, quisiera saber su opinión acerca de los comentarios racistas de su ministro, el mono número 3.
Zabaleta: No tengo por qué explicar cosas que él mismo puede explicar.
Transeúnte: ¿No le parecen un poco xenófobos?

Zabaleta comienza a babear porque sólo escuchó que la primer parte de la palabra xenófobos era similar la palabra seno.

Transeúnte: ¿Por qué está babeando?

En ese momento aparece el mono número 3, ministro de Zabaleta.

Mono: Uhhh!!! Ahhh!!! Ahhhh!!!
Transeúnte: Sí, disculpe señor ministro, disculpe.

El mono saltó sobre su cabeza. Zabaleta continuaba babeando.
10 minutos después.

Zabaleta: Xenófobos rima con filósofos. Esa ha de ser la respuesta que buscaba. ¿Por qué demonios estoy solo? ¿Dónde fue esa persona que dijo senos? ¿Por qué estoy desnudo nuevamente? Vendedor!!! Dos panchos!!!
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Zabaleta: ¿Ya ve?... maldición, me oriné mientras hablaba, de nuevo.
Colectivero: Por suerte para mi salud mental el viaje ha finalizado. Le pediría por favor que intente descender por la puerta.
Zabaleta: Nada de eso, eso es para perdedores y jugadores de squash. Le agradezco y me retiro.

A continuación de decir eso y rascarse la entrepierna, Zabaleta saltó por una ventana rompiendo el vidrio. Al caer, y al grito de "dabu dabu sinsalai" se dirigió a buscar a Molumbo por dónde se le había indicado.

Luego de caminar muchas horas atravesando la selva llegó a un territorio custodiado por una persona que le impidió el paso.

Persona que le impidió el paso: Hasta aquí ha llegado su camino, caminante. Dígame ahora por qué ha venido hasta aquí y luego retírese, o su vida no será lo suficientemente larga como para realizar la segunda de esas acciones.
Zabaleta: No me confunda!!! Yo soy el Dr. Roberto Zabaleta y vengo a ver al gran Molumbo. No es usted quien para impedir mi paso. Retráctese o enfrente las consecuencias de mis poderes.

Al decir esto Zabaleta hurgó su nariz y extrajo una mucosidad que, arrojada al piso, misteriosamente explotó.

Persona que estaba impidiéndole el paso: Oh! Veo! Usted es el gran Zabaleta de los mocos explosivos. Es una leyenda aquí. Molumbo estará complacido de verlo.
Zabaleta: Lo sé, por eso traje este regalo.
Persona que estaba impidiéndole el paso: No tiene nada ahí.
Zabaleta: No. ¿Por qué?
Persona que estaba impidiéndole el paso: Bueno, es comprensible viniendo de usted.
Zabaleta: ¿eh?
Persona que estaba impidiéndole el paso: No importa. Pase. Generalmente hacemos que las personas que intentan entrar aquí se desnuden para corroborar que no porten armas o explosivos para intentar matar al gran Molumbo, pero dado su caso, por favor, le pediría que se vista porque es demasiado disgustante verlo desnudo y no creo que la gente del reducto lo tolere.
Zabaleta: Los comprendo, Oh, pobres impíos.
Persona que estaba impidiéndole el paso: ¿Está usted borracho?
Zabaleta: No, mareado. Estuve lamiendo esta planta por un tiempo.
Persona que estaba impidiéndole el paso: Eso no es una planta, es un pájaro.

Zabaleta es picado por el pájaro, que se aleja graznando de forma espantosa.

Zabaleta: Haré exterminar a esas plantas voladoras.
Persona que estaba impidiéndole el paso: Por favor, sígame.

Zabaleta siguió a esa persona hasta que lo presentó ante una precaria construcción custodiada también por dos personas. Desde adentro se oyó una voz que dijo:

Voz: ¡Mierda, me quemé!

Era la inconfundible voz de Molumbo. Zabaleta ingresó a la construcción...

Molumbo: ¡Gran Zabaleta! Hace desde la universidad que no nos veíamos.
Zabaleta: Efectivamente. Sólo que en aquellos entonces tu nombre era Luis Gomez.
Molumbo: Sí, eso es verdad. ¿Por qué motivos has llegado hasta aquí, mi morada, hoy?
Zabaleta: Una serie catastrófica de hechos culminaron en esto.
Molumbo: ¿En haber llego aquí?
Zabaleta: No, en haber nacido. Pero una explicación análoga serviría para esclarecer el por qué de mi arribo.
Molumbo: Perfecto. ¿Y en qué puedo ayudarte?
Zabaleta: Deseo poder regresar a mi país.
Molumbo: Es complicado salir de aquí, pero con tu ayuda podremos vencer la dictadura del represor Elpa Langana, quién lleva oprimiendo al pueblo durante años y no podemos vencerlo por un pequeño problema.
Zabaleta: ¿Cuál?
Molumbo: Tenemos miles de armas, pero no sabemos usarlas.
Zabaleta: No hay problema, yo soy un experto en armas. Podré entrenar a todos los hombres para que aprendan a usarlas. Comenzaremos mañana por la mañana. Reúnan a todos los hombres, muestrenme las armas y dejen de manosearme las partes íntimas.

Un guardia inmediatamente quitó su mano del bulto del Doctor. Y se hizo lo que el dijo.

Al día siguiente con todos los hombres y las armas reunidos, Zabaleta inspeccionó los elementos y luego de media hora de meditado análisis tomó una pistola, la contempló en su mano, y se la arrojó a un individuo directamente a la cabeza. La persona cayó desmayada.

Zabaleta: Ya ven, así y no de otra forma deben usarse.

Se hizo un silencio y una voz lo interrumpió luego de un momento preguntando...

Voz: ¿Y a estas cómo las utilizamos? -dijo el hombre sosteniendo una ametralladora.

Zabaleta la tomó y se la arrojó al mismo hombre de antes, que ya había podido incorporarse, quien cayó nuevamente al suelo.

Zabaleta: De esa forma. ¿Comprendido?
Una de todas las personas: ¿No es eso un poco primitivo y carente de efectividad?
Zabaleta: ¿Está cuestionando mi conocimiento sobre el uso de armas?
La persona que había hablado: De ninguna forma, disculpe usted.
Zabaleta: Así me gusta. Ahora invadamos la casa de gobierno de Langana.

Se hizo nuevamente como Zabaleta dijo. El Doctor ingresó primero a la Casa de gobierno y fue quien arrojó el ametralladoraso que derribó al dictador Langana.

Zabaleta: Eso es por la libertad de este pueblo!!!

Luego de decir esas solemnes palabras, se bajó los pantalones y abservó, por la ventana, el horizonte del recién conquistado territorio, esta vez apenas ignorantemente victorioso.

F I N

 
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