19.1.06

Obra de Teatro X -> Zabaleta en los designios del azar <-

Debo agradecer a Guillermo, Alejandro, José y Pablito, sin los cuales esta historia nunca hubiese surgido.

Personajes:
El Gran Zabaleta
Seguridad del Casino
Hombre de la caja del casino
Crupier de Punto y Banca
Húngara enojada
Crupier de BlackJack
Japonés apostador
Hombre de la ruleta

Zabaleta ha llegado a un casino para probar su suerte en juegos de azar. Entra por la puerta principal vestido solo con una toalla colocada en su cintura.

Seguridad del Casino: Disculpe, pero no puede entrar así, está casi desnudo.
Zabaleta: Si no entro completamente desnudo es sólo porque así lo deseo, ahora apártese o sufrirá las consecuencias imprevistas de mi ira.
Seguridad: Le reitero que así.... Un momento... usted es el Dr. Zabaleta.
Zabaleta: En efecto.
Seguridad: Claro que puede ingresar como usted quiera, solo deberé pedirle que no se quite esa toalla por la impresión que puede causar a los demás apostadores que huirán del casino y padeceran todo tipo de problemas psicofísicos.
Zabaleta: No puedo prometerlo, pero prometo prometerlo más adelante.

Zabaleta se dirigió a la caja para cambiar efectivo...

Zabaleta: Buenas noches. Cámbieme todo esto por fichas.
Hombre en la caja: No puedo evitar notar que me está entregando una fotografía de usted desnudo.
Zabaleta: Lo sé. ¿Acaso no la considera de valor suficiente para entregar por ella grandes sumas de dinero?
Hombre en la caja: No.
Zabaleta: Veo su punto. ¿Y si le doy esto?
Hombre en la caja: Esos billetes fueron quitados de circulación en 1955.
Zabaleta: No comprendo completamente los cambios del capital. Bueno, con esto bastará.

El hombre en la caja le entrega a Zabaleta la suma total de 100 pesos en fichas del casino. Ahora Zabaleta se dirige a la mesa en donde se está jugando Punto y Banca, juego que por supuesto no entiende.

Zabaleta: Todo al rojo.
Crupier: Esto no es la ruleta, debe esperar su turno y además no pararse sobre la mesa.
Zabaleta: Comprendo.

Luego de unos minutos.

Zabaleta: Lo compro.
Crupier: No es un remate y ahora no está parado sobre la mesa, pero sí lo está haciendo sobre una húngara que está quejándose y maldiciéndolo.
Zabaleta: Y con razón. Bueno, es suficiente me retiro de este juego de incomprensible funcionamiento.

Se acerca a la mesa de Black Jack en donde está apostando un japonés que no tiene el más mínimo conocimiento sobre el juego.
El crupier le reparte una carta al japonés.

Japonés: Otla, otla.
Crupier: Debe esperar.
Japonés: Ah, sí.
Zabaleta: Me uno a su actividad lúdica.

El crupier termina la mano, en la que el japonés pierde 100 pesos y dos pares de calzoncillos y comienza a repartir, esta vez contando a Zabaleta.

Crupier: ¿Dobla su apuesta?
Zabaleta: ¡No me confunda! No tengo la más mínima idea de qué es eso, pero por supuesto que he de aceptar el desafío.
Japonés: Yo también!
Crupier: No, usted no chino idiota.
Japonés: Ah, sí.

Misteriosamente el crupier termina de dar las cartas y Zabaleta obtiene rédito económico por la idiotés q acaba de hacer.

Zabaleta: ¿Qué diablos ha sucedido? ¿Me está robando dinero?
Crupier: No, doctor. Usted ha doblado la apuesta y cuando yo le entregué.... bueno no importa, lo que importa es que ganó dinero.
Zabaleta: Entiendo.

En ese momento Zabaleta cae dormido sobre la mesa de juego. Cuando se despierta le pega una cachetada al japonés a quien le roba todas sus fichas acusándolo de complotar contra la nación y se va a otra mesa. Se acerca a la ruleta...

Hombre de la ruleta: No va más!
Zabaleta: ¿Cómo que no va más?
Hombre de la ruleta: Sí, eso se dice cuando la bola....
Zabaleta: Silencio, aquí soy yo quien decide cuando va o no va.
Hombre de la ruleta: No, disculpe pero...
Zabaleta: ¿Está cuestionando mis poderes? Si yo quisiese podría transformarlo en tragamonedas y obligarlo a usar a su propia familia como fichas. Mire, puedo hacer que ese japonés vomite sobre la mesa.

Zabaleta señala al japonés que está aún en el BlackJack intentando apostar sus propio cabello. Al momento en que lo señala comienza a hacer sonidos guturales hasta que increíblemente el japonés vomita.

Zabaleta: ¿Ve? lo he logrado.
Hombre de la ruleta: No ha logrado nada, ese japonés siempre apuesta su propio vómito.
Zabaleta: Mmmm... aquí solo intentan confundir mis claros pensamientos... Pero es interesante, no sabía que podía apostarse eso.
Hombre de la ruleta: No se puede, ahora ese japonés será retirado por los guardias quienes lo usarán como divertimento durante horas, hasta la madrugada.
Zabaleta: No puedo permitirlo. Iré a rescatarlo. Traigan mi capa y alisten el corcel.
Hombre de la ruleta: no tiene capa, y vino aquí en bicicleta.
Zabaleta: No importa, me teletransportaré.

Zabaleta salió corriendo a intentar rescatar al japonés tarado que esta a punto de ser golpeado por guardias del casino. El hombre de la ruleta lo ve alejarse, una vez más, ignorantemente victorioso.

F I N

2 comentarios:

Liduvina dijo...

Seh, me sentí terriblemente identificada...con el nipón...

Chivo...me estoy insinuando...!

the scientist dijo...

el solo hecho de pensar en una unión Chivo-Liduviana me hace revolver el estomago como la primera vez que vi ShowMatch (congratulations, you did it)

 
Creative Commons License
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.