22.7.07

Obra de Teatro XX -> Zabaleta de juerga <-

Zabaleta se toma un vaso de ron puro...

Zabaleta: Ahora que ya he aprobado sólo queda festejar.

Compañero de curso: Roberto, aun no aprobaste. No solo eso, sino que aun no rendiste. Es más, acaba de llamarte el profesor.

Zabaleta: Mmm... no me confundan!!!

Luego de decir eso, arrojó el vaso al piso, se desprendió el cinto y procedió a ingresar al aula.

Profesor: Veo que ahora es mucho más maduro, Zabaleta. Antes hubiera sido imposible esperar que ingrese al curso con el pantalón puesto.

Zabaleta: Claro profesor, los años han traído sabiduría a mi conciencia y han aquietado mi salvaje espíritu adolescente.

Profesor: Y lo felicito, Zabaleta.

Zabaleta: Ayayayayayayayay!!! (Gritando como un condenado a muerte).

Profesor: Es mucho mejor que los vómitos.

Zabaleta: Ya ve usted lo que le digo.

20 minutos después Zabaleta nuevamente tenía un vaso de ron en las manos.

Zabaleta: Ahora sí.

Profesor: Aun está dentro del aula.

Zabaleta: Esto es mucho más complicado de lo que imaginaba.

Arrojó nuevamente el vaso al piso.

Nuevamente 20 minutos más tarde y, por fin, fuera del aula.

Compañero de curso: ¿Y Roberto, cómo te fue?

Zabaleta: Gané.

Compañero de curso: ¿Cómo que “gané”? ¿Aprobaste? ¿Qué te sacaste?

Zabaleta: Son muchas preguntas. Al igual que el anciano disgustante ese que estaba dentro del curso...

Profesor: Estoy aquí y lo estoy oyendo.

Zabaleta: Silencio impío. Decía, al igual que el anciano ese todo el mundo quiere hacerme preguntas y veo que vos también. No contestaré a ninguna y me retiraré a festejar mi sangrienta y unánime victoria.

Al decir eso Zabaleta sale corriendo por un pasillo de la universidad agitando los brazos a forma de festejo. Luego de correr hasta su casa toma el celular y activa el discado por voz...

Zabaleta: Llamar a todos. Organizar juerga.

Celular: Comando desconocido.

Zabaleta: ¿Cómo que comando desconocido? Esto le pone trabas a mi libertad... ¿trabas?... ¡Llamar travas!

Celular: Llamando travas.

Trava: Hola.

Zabaleta: Hola, esta noche juerga en mi casa.

Trava: Perfecto.

Zabaleta: Avisale a todos.

Trava: Bueno, cómo no.

Zabaleta: Un momento, ¿sabe usted con quien habla?

Trava: Claro, con Roberto Zabaleta.

Zabaleta: ¿Y sabe donde vivo?

Trava: Claro que sí.

Zabaleta: ¿Cómo diablos...?

Trava: No intente indagarlo.

Zabaleta: Bueno, dejaré que el misterio fluya.

Trava: Esta noche se pudre todo.

Zabaleta: ¿Cómo que se pudre todo?

Trava: Shhh!!!... misterio.

Zabaleta: Ay, Dios. Hasta luego.

Trava: Hasta luego.

Luego Zabaleta entra a una página de contenido erótico y se queda babeando hasta que llegan las visitas... TIMBREEEE. Zabaleta atiende el portero.

Zabaleta: Ahhhh!!! Ughh!!!

Trava: Sí, somos nosotros. Eh, nosotras...

Zabaleta: Pasen.

Trava: Roberto, te presento a las chicas. Ella es Pantro, allá están Manguera y Comuñe, y esta hermosa jovencita a mi lado es la creme de la creme, Hilario.

Zabaleta: Es un gusto tenerlas aquí conmigo, dudosas e improbables muchachas. Ahora pasemos a desenfrenarnos y a perder las riendas de nuestra inhibición. ¡Pantro!

Pantro: ¿Sí?

Zabaleta: Prepará algo para tomar!!!

Pantro: Con mucho gusto.

A partir de este momento se vuelve difícil relatar la historia si no es desde la misma perspectiva de Zabaleta. Viviremos lo que él vivió esa noche.


Zabaleta sentado en una silla mirando el techo...

Zabaleta: Inspira lo bueno, exhala lo malo, inspira lo bueno exhala lo malo.

Manguera: Tomate un trago de esto, que se pasa todo.

Zabaleta: ¿Qué es?

Manguera: Shhh... vos tomá.

Pantro parado e imitando a un soldado que sostiene una ametralladora...

Pantro: Ratatatatatatatatata!!! Los voy a liquidar!!!

Zabaleta: ¿Compraron el pasaje?

Comuñe: Yo corro. Yo corro. Uyuyuyuyuy!!!

Zabaleta parado con las manos intentando alcanzar algo en el aire...

Zabaleta: ¿Qué diablos está sucediendo acá? Hilario!!!

Hilario: Aquí.

Zabaleta: Pongan la silla en el caballo, yo iré personalmente a verlos.

Hilario: ¿Qué?

Luego de un tiempo imposible de calcular Zabaleta se despierta, observa a su alrededor y lo que ve es una especie de trinchera en la tierra, se encuentra vestido con un uniforme azul y con un arma antigua en la mano. A su lado pasa alguien vestido como él...

Persona vestida como él: ¡¡¡Dale, corré que ahí vienen!!!

Zabaleta levanta la vista, mira hacia atrás y ve que viene corriendo un grupo de sujetos con un uniforme claramente diferente al suyo. Mira su arma, se levanta y sale corriendo con el arma en alto, gritando, ignorantemente victorioso...

20.7.07

Obra de Teatro XIX -> Puto el que lee <-

Al Negro Fontanarrosa

Parado frente a una pared, pero pensando que es una multitud que está ansiosamente esperando sus palabras, encontramos al Dr. Roberto Zabaleta en su primera aparición pública en mucho tiempo.

Zabaleta: No podía quedarme en silencio y con tanta tristeza dentro mío. Me he enterado del fallecimiento de quien sigue siendo un maestro para todos los que intentamos reir aunque estemos en medio de una tormenta, mojados y cagados de frío. Hoy me cuesta reirme, porque cada sonrisa me recuerda alguna situación de tus cuentos, Negro. Pero van a pasar las lágrimas y mañana y siempre van a quedar sólo las sonrisas. Hoy, más que nunca, no me importa cuidar las formas, no me importa decir mierda, o pelotudo, o hijo de mil putas. Y no me importa porque tengo bronca y no encontraía otras palabras para decir: ¿quién fue el pelotudo que se llevó al Negro en vez de llevarse a tanto hijo de mil putas que anda por ahí? Me cago en la mierda.

Zabaleta cree escuchar, en la inexistente multitud, aplausos mezclados con llantos y risas. Baja la cabeza, se tropieza y se retira ignorantemente victorioso.

Nota del autor: Negro, me cagué de risa con tus libros.

 
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