Obra de Teatro XVI -> Per Maior Zabaleta Gloriam... <-

Para Lidu y Bla... porque sé que debo cumplir mi promesa...

No sabemos cómo, pero de alguna forma Zabaleta consiguió hacerse cura. Muchos aseguran que venció por cansancio, otros afirman que compró el título y no faltan quienes, entre los que me cuento, sostienen que simplemente se puso un delantal y entró a una iglesia a dar la misa. Claro que para esto debe haber sobornado al cura de la iglesia con un paquete de espárragos...

Zabaleta: Buenas tardes. Si usted me deja oficiar la misa en su parroquia yo le doy este paquete de espárragos.
Cura: Bueno... a pesar del dilema teológico-moral que eso me plantea... no veo por qué no.
Zabaleta: Será retribuido por la gracia divina por hacer este gran bien a la humanidad que es permitirme guiar sus caminos espirituales con las enseñanzas del Buda.
Cura: Claro... pero es muy importante que recuerde no llamar Buda a nuestro Dios.
Zabaleta: No sé si pueda, mas un error no opacará el brillo de mi ponencia.
Cura: ¿Y sobre qué piensa hablar a la gente en el sermón de hoy?
Zabaleta: Hoy no habrá salmón.
Cura: Sermón.
Zabaleta: ¿Qué? Bueno, ya debo retirarme, está por comenzar el gran festín.
Cura: Lo que he hecho por un paquete de preciosos, sabrosos, firmes, excitantes espárragos...

Mientras Zabaleta se retiraba, lo último que podía observarse es al cura llevando los espárragos a su entrepierna.

Ministro: ¿Quién es usted?
Zabaleta: Yo reemplazaré hoy al padre Elpidio, que está ocupado con espárragos.
Ministro: ¿Con espárragos? ¿Usted es cura?
Zabaleta: Creo que sí.
Ministro: ¿Cómo "creo que sí"? ¿Acaso no está seguro sobre lo que es?
Zabaleta: No, hijo, uno debe permanecer en duda sobre ciertas cosas, como con la física o el picadillo de carne.
Ministro: No puede usted decir... Bueno, no importa, rápido padre, entremos que está comenzando.

Zabaleta entró caminando por una espacio central que se abría entre dos filas paralelas de bancos largos. Mientras entraba pedía las manos de la gente para chocarlas en señal de "dame esos cinco". Cuando llegó al final del pasillo, esto es en frente de todos, se arrodilló, dijo la palabra "Dominus" varias veces señalando al techo y se levantó. Se acercó a un micrófono que había en el atril y dijo...

Zabaleta: ¡Ustedes! Hijos de...

Cuando oyó esto el ministro se acercó inmediatamente impidiendo que termine la frase y luego de intercambiar algunas palabras, Zabaleta continuó...

Zabaleta: ¡Ustedes! Hijos de Dios que aquí venís a buscar quietud para el ánima, será mejor que dejen de masturbarse como canguros salvajes y de pensar en garchar todo el día, porque...

El ministro se acercó nuevamente impidiendo que el Dr. continúe...

Zabaleta: Bueno... vamos a comenzar con la misa. Pero como me importa un corno lo que me diga este imberbe neófito, hoy vamos a hacer distinta a la misa... Va a pasar gente del público y va a decir sus pecados en voz alta... ¿Qué les parece eso, eh? ¿eh?
Mujer sentada en la primera fila: Me parece que eso corrompería principios espirituales insoslayables.
Zabaleta: Hágase dar. Decir semejante orden de palabras no puede derivar de otra cosa que de la falta de contacto amoroso, así que hágase dar. Usted... sí, sí, el pelado aquél... pase y díganos en qué ha pecado.
El pelado aquel: Disculpe, padre, pero no me gustaría hacer públicas las flaquezas de mi espíritu.
Zabaleta: Vamos, vamos, con confianza, que ya todos saben que se mueve a la vieja esta que está en la tercera fila. ¿O no?
Vieja de la tercera fila: Usted no puede decir eso...
Zabaleta: ¿Cómo que no? Lo acabo de decir.
Vieja de la tercera fila: Es una falta de respeto.
Zabaleta: Sería una falta de respeto no comprender una disidencia ideológica y matar gente por el solo hecho de pensar distinto, más aun organizar matanzas colectivas renegando de la evolución filosófica y pretendiendo ser la única verdad irrefutable...

En medio de todo esto entraron unas personas vestidas de negro, tomaron a Zabaleta de los brazos y lo retiraron por una puerta lateral. En la iglesia, para que no se note la falta del cura, entró un trompetista y dos jugadores de polo en sus caballos con el fin de distraer al vulgo. Zabaleta fue llevado por estas personas de negro en un auto...

Zabaleta: Cobardes inmaduros y pedófilos, indíquenme hacia donde se dirige este coche o diligencia o deberán vérselas con mis poderes.
Tipo de negro: ¿Qué poderes?
Zabaleta: Ah... osa desafiarme. Voy a librarme de estas esposas sin hacer ningún esfuerzo sólo para demostrarles de lo que soy capaz.
Tipo de negro: No lleva usted ninguna esposa...
Zabaleta: Es que ya me las libré.
Tipo de negro: No, nunca le pusimos esposas.
Zabaleta: Ah! ¿De qué clase de magia pretende ser portador? ¿Cree que sus poderes son mayores que los míos?
Tipo de negro: ¿De qué diablos está hablando? Yo no hice magia y usted no tiene poderes.
Zabaleta: No me contradiga o me obligará a llevarlo al mismísimo infierno con la sola fuerza de mi mente. Porque por si no sabe, yo puedo hacer eso y...
Tipo de negro: Bueno, sí, ya llegamos.
Zabaleta: Claro, lo sabía. No necesito que me digan las cosas. ¿Dónde hemos llegado?
Tipo de negro: Esta es la sede del Opus Dei. Adentro le explicarán mejor la situación...

Zabaleta fue llevado hasta una habitación que parecía ser una sala de espera para otra habitación que podría ser una oficina, lo dejaron solo sentado en una silla. A los pocos minutos se asomó alguien desde adentro...

Obispo: Dios mío... está usted orinando en una planta.
Zabaleta: Sí, me pareció demasiado soez hacerlo en el piso, por eso he tomado este cuidado.
Obispo: Bueno, cuando termine pase por aquí.
Zabaleta: Sí, por supuesto.

Luego de diez minutos...

Obispo: Usted orina como caballo.
Zabaleta: Lo sé, gracias.
Obispo: Bueno, le voy explicar el propósito de haberlo traído hasta aquí...
Zabaleta: No lo necesita. Yo ya lo sé. Usted forma parte de una conspiración intergaláctica que quiere apoderarse de todo el opio del planeta y transformarlo en gerentes de marketing para empresas de países del primer mundo.
Obispo: ¿Está usted drogado?
Zabaleta: No es este momento.
Obispo: Lo traje aquí porque hemos seguido su trayectoria en la Iglesia... y creemos que es perjudicial para esta Institución que usted permanezca en ella. El problema es que conocemos su amistad con el anterior Papa y no queremos que eso salga al descubierto.
Zabaleta: Mmmm... veo... eso quiere decir que estamos en situación de negociar... ¿verdad?
Obispo: Sí, bueno... Eso no es tan así... lo que sucede es que...
Zabaleta: Bueno mire, yo tengo casualmente unas fotos suyas en un conocido prostíbulo local. Y me gustaría entregárselas a la prensa pero...
Obispo: Demonios... ¿pero qué?
Zabaleta: Pero conozco su buena intención de entregarme todo su sueldo...
Obispo: ¿Todo mi sueldo? ¿Sabe usted que podemos hacerlo matar?
Zabaleta: La fotos están en poder de un amigo mío. Un importante político... él puede publicarlas si me sucede algo.
Obispo: La mitad de mi sueldo..
Zabaleta: La mitad de su sueldo todos los meses, prostitutas y alcohol... en cantidades, todos los meses.
Obispo: No puedo permitir...
Zabaleta: Perfecto, sin prostitutas y alcohol... las fotos van a la prensa.
Obispo: Bueno, pero usted se retira de la Iglesia.
Zabaleta: Sí, había planeado hacerlo la semana entrante de todos modos, pero agradezco haberme hecho venir hasta aquí para entregarme este hermoso presente. Ahora me retiro.

Zabaleta, más conciente que nunca, se retira del santo lugar. Ha estafado a un obispo y se aleja, desvistiéndose mientras camina, ignorantemente victorioso...

F I N