El regreso de Heman...

Salís con tus amigos una noche. Se van al casino a jugar unos pesitos para divertirse, vos te acercás a la caja y decís "dame dos fichitas". La cajera te mira con una cara de orto que voltea, agarra los dos pesos que vos le das y te da dos fichas, que en un casino te sirven solamente para perdértelas en el upite. Te gastás las dos fichas en una máquina que se llama "Embocá a la Suller", vos decís "Bueno, acá termina la noche". Pero no, antes de irse tienen que ver cómo el bolsa del grupo pierde 150 pesos apostándole al doble cero en la ruleta 75 veces seguidas. "Qué linda noche", decís... "sugiero la ingesta de un café en lo de Don Magario, así de paso lo saludamos". Tus amigos, no muy atraídos por la idea, te dicen que Don Magario es pederasta además de un viejo pelotudo y que aproveches cuando pidas el café para hacer que te sopleteen el toor con la máquina de hacer café expresso. No te queda otra que reirte... Uno de tus amigos propone irse de locas, idea que es ampliamente más aceptada que la de ir de Don Magario. Vos intentás argumentar que te duele la panza por el licor de frutilla que tomaste en el bar y que preferís ir a dormir, porque, en verdad, siempre te dieron miedo las locas; pero tus amigos te hacen ir, bajo la amenza de perderte siete pilas doble A y tres bolitas de naftalina en el culo. Frustrado aceptás. Cuando llegan de las locas hacen el recuento de gente y de guita... finalmente llegan a los siguientes números, ustedes son 6 y deberán seguir este plan. Dos irán con una mina que valga la pena, dicen que lo harán a sorteo, pero es inevitable prever cómo te van a cagar. Otros dos irán con una mina más o menos, que no está fea pero que parece que tiene bigotes y se la acaban de tirar todos los camioneros estacionados en la YPF de acá a tres cuadras. El Pipa, uno de tus amigos, irá con una muejer extrañamente apodada "Manguera", de dudosa procedencia natalicia. A vos, teniendo en cuenta que por la escacés de dinero era menester llegar a esto, te toca con un evidente traba apodado "HEMAN". Se meten todos en las piezas, y vos entrás, con un poco de miedo claro... pero Heman se porta bien y se pone en la cama. Casi sin pensarlo te das cuenta y ya está, terminó todo... o eso creés... Heman te mirá y sonrie, maliciosamente suponés vos... y estás en lo cierto. Dice muy pausadamente "Por el poder de GraySkull"... Y sí, no te quedan muchas respuestas, un poco triste por tu destino no te queda otra que decir: "Bueno, pero rapididito que se van los chicos".

Che vos, pibe, chiquitín, no queremos que esto te pase, tené cuidado con quienes te juntás. Una persona que te deja a la deriva con un traba apodado Heman no es tu amigo.

Recordando a una amiga mia, te puedo decir algo...
"Cuidate, querete, ojito... OJETE"