7.12.05

Obra de Teatro VIII -> Zabaleta, en busca del camino del espíritu. <-

Personajes:
El Gran Zabaleta
El Pato
Controlador de pasajes
Increíble jugador de fútbol
Taxista
El Papa
Corría el año 1986, es un período de transición para el Dr. Roberto Zabaleta y decide, por esto, emprender un viaje espiritual para aclarar sus pensamientos. Lo extraño es que aún crea que tiene pensamientos. De todas formas lo acompañamos en su travesía...

Zabaleta, hablando consigo mismo...

Zabaleta: Me siento profundamente confundido sobre las decisiones que debo tomar para con mi destino. Necesito consultar mi estado espiritual con alguien significantemente digno de hablar conmigo.

En ese momento entra a la habitación en donde se encontraba el doctor un gran amigo suyo, el Pato. Ese individuo es apodado así porque claramente es un pato. El doctor Zabaleta normalmente cree entablar conversaciones con el Pato y ha tomado grandes decisiones gracias a los consejos de un ave.
Aclaración: lo que se encuentre entre flechas “=> <=” en el diálogo es lo que el doctor comprende de los sonido emitidos por el pato.

El Pato: Cuac. => Roberto, yo te aconsejaría que visites al Papa, él es un alto índice espiritual para millones de personas y seguramente tendrá alguna sabia palabra digna de tu comprensión y entendimiento. <=
Zabaleta: Gracias Pato. Siempre tus palabras son de ayuda, la suprema sabiduría se refleja indefectiblemente en tus consejos.
El Pato: Arghhhh!!!.. Cuac!!! Ghhhhh!!! => Adelante. Es hora de que partas. <=

Zabaleta, sin más elementos que un cepillo de dientes y dos tazas de café, emprendió su viaje a Roma, en busca del sumo Pontífice.
En el aeropuerto...

Controlador de pasajes: Disculpe señor, pero no puedo dejar de hacerle notar dos acontecimientos significativos.
Zabaleta: Sí, buen hombre, dígame cuáles.
Controlador de pasajes: Usted lleva los calzoncillos por sobre el pantalón y tiene un saco sin ninguna camisa debajo. Además de esto no me está dando un pasaje sino un rollo de papel higiénico.
Zabaleta: Por mi vestimenta no se aflija, voy a visitar al Papa y debí vestirme para la ocasión. En lo relativo al pasaje encuentro su objeción aceptable. Tome, aquí está el pasaje y sírvase este rollo de papel higiénico como muestra de aprecio y agradecimiento.
Controlador de Pasajes: Dios Santo!!! Suba y procure no ser una vergüenza para usted mismo al menos durante su encuentro con el Papa.
Zabaleta: Quédese tranquilo, compartiré mi vergüenza con toda la humanidad.

Zabaleta subió al avión y luego de haber perturbado a todo el vuelo con su sola presencia arribó a Roma... en el aeropuerto se encontró con un jugador argentino de fútbol que iba rumbo a México para jugar el Mundial de ese año, al cual se chocó caminando.

Zabaleta: Disculpe honrado ciudadano italiano...
Jugador de fútbol: No soy italiano, soy argentino. Y no puedo creerlo... usted es el doctor Roberto Zabaleta... es increíble poder tenerlo en persona delante de mí.
Zabaleta: Gracias amable individuo de extraño cabello. ¿Me podría decir su gracia?
Jugador de fútbol: Sí, soy Diego Maradona y me gustaría que me de alguna opinión sobre el mundial que se va a desarrollar en México.
Zabaleta: Mmmm... creo que siempre es buena la cooperación multilateral para el desarrollo económico de las regiones menos pobladas del Norte Argentino.
Maradona: Doctor... sobre el mundial... ya sabe... de fútbol...
Zabaleta: No me confunda!!!. Bueno, si llega a jugar contra los ingleses hágale un gol con la mano, no se van a dar cuenta.
Maradona: ¿Usted cree?
Zabaleta: Yo no creo. Yo sé. Ahora si me lo permite me retiraré a encontrarme con el Zurdo Pontífice.
Maradona: Con el Sumo Pontífice.
Zabaleta: No, yo me encuentro con quien quiera. Adiós.

Zabaleta se sube a un taxi...

Taxista de Roma: ¿Dónde lo llevo?
Zabaleta: ¿Notó que está hablando español?
Taxista: Ehhh sí...
Zabaleta: Bueno, lléveme donde sea que esté ese Papa.
Taxista: Sí, al Vaticano...

Luego del viaje...

Zabaleta: ¿Este es ese famoso Pelicano?
Taxista: Vaticano.
Zabaleta: Bueno Ya. Tráigame al Papa.
Taxista: Yo no puedo hacer eso, sólo puedo traerlo a usted hasta aquí. No creo que el Papa vaya a querer atenderlo.
Zabaleta: ¿Está desafiando mi poder político? Podría convertirlo en lacayo del Rey Arturo con solo decirlo en arameo antiguo, idioma que manejo a la perfección.

Luego de decir un par de palabras en jeringozo...

Zabaleta: Jajaja! ¿Qué me dice ahora? Lacayo...
Taxista: Ay Dios! Vaya, Dios le permita su búsqueda termine de la forma menos nociva para usted mismo.

Zabaleta se bajó del taxi y se dirigió al interior del Vaticano gritando...

Zabaleta: Papa!!! Soy Zabaleta... Vamos atiéndame...

Por una escalera lateral venía bajando el mismismo Juan Pablo II quien se acercó y le dijo a Zabaleta...

JPII: Doctor Zabaleta, es un honor que haya venido hasta aquí en busca de ayuda espiritual. Aquí lo respetamos mucho por ser, a la vez, guía de tantos otros que admiran sus pasos. Yo sé lo que necesita y permítame decirle que la respuesta sólo está en la oración y el verdadero arrepentimiento de los pecados. Sólo usted podrá encontrarla de manos de Dios.
Zabaleta: Mmmm... entiendo. Debo convertirme en vendedor ambulante de productos comestibles de consumo cotidiano. Gracias. Nunca he visto las cosas de forma tan clara.
JPII: En verdad lo que...
Zabaleta: No se preocupe Obi Wan. Tengo lo que necesito, las nubes de la confusión se han disipado de mi despierta cabeza. Ahora, obraré para con los demás de la forma en que el Supremo ha obrado para conmigo.

Zabaleta se retiró del Vaticano corriendo hacia atrás y saludando al Papa. Sin saberlo estaba siguiendo un camino que lo haría muchas veces ignorantemente victorioso.

3 comentarios:

4b dijo...

Zabaleta le dijo a Diego que haga el gol con la mano? por casualidad no estaba para decirle a Archundia, no Informatica no, otra cosa menos eso.

the scientist dijo...

Es obvio que no estuvo, la unica persona que quizo salvarme fue la Gran Gorda que me decia que NO...no recuerdan el primer capitulo.... DIOS (o sea, Guillermo Nimo), no importa en la proxima edición entra Red Knight y Zzztorti....

Roberto Zabaleta dijo...

Zabaleta tampoco estuvo para decírmelo a mí. Creo que era un mal necesario. O quizá estuvo y no lo escuché... o quizá lo escuché y no me importó... o quizá me importó pero esa gorda era muy tentadora...

 
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