Obra de Teatro XIII -> Zabaleta hasta resuelve conflictos internacionales. <-

Zabaleta fue convocado por el presidente de un país africano de impronunciable nombre, recientemente formado debido a la disolución de Mauritania, para representar a dicho país en la Asamblea General de las Naciones Unidas. El Presidente, Uctu Tu Tu Tutu, había conocido a Zabaleta en sus épocas de estudiante gracias a un intercambio cultural, en el que Argentina intercambió a Zabaleta por tres gallinas y media bolsa de harina 0000.

El Presidente se dirigía a su pueblo en un discurso comentando la llegada del Dr. Zabaleta, quien debía tomar la representación del país ante el órgano internacional, ya que estaban a punto de tener un conflicto con su país vecino, también recientemente formado: Gualalalalalalalacaland.

Uctu Tu Tu Tutu: Tengan confianza en el Dr. Zabaleta. Es un experimentado jurista y árbitro de Baby Fútbol. Su comedido criterio logrará la paz en nuestra región y aquietará los ánimos bélicos de nuestros vecinos. Observen!!! Allá viene!!! Dicen que con esa moto logró vencer a Godzilla tres veces en la misma noche, jugando al poker.

Podía observarse a lo lejos, atravesando una zona desértica y acortando distancia a toda velocidad, a Zabaleta en su moto Alpina. Estaba, claro, desnudo, pero llevaba protección en sus ojos. Tenía unas antiparras rosadas que, según cuentan, le fueron entregadas por el mismísimo Gengis Khan, en uno de sus viajes en el tiempo.

Zabaleta: Prrrrrrrrr Uyuyuyuyuy!!!!!!!!!
Todo el pueblo: Ehhhhhhhh!!!!!!!! Síiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!! Zabaletaaaaaaaa!!!!!!!!

Una vez que llegó, subió al escenario desde donde estaba hablando el Presidente, a quien saludó cordialmente, y se preparó a pronunciar unas palabras...

Zabaleta: Hoy estoy aquí, en.... ehhh... ¿Cómo es que se llama esto?
Uctu Tu Tu Tutu: No se preocupe. Nosotros mismos no sabemos como pronunciar el nombre del país.
Zabaleta: ¿Pero por qué le pusieron semejante nombre?
Uctu Tu Tu Tutu: Es el nombre del deporte nacional.
Zabaleta: ¿En qué consiste?
Uctu Tu Tu Tutu: No le tenemos claro aún. Pero todo esto no importa.
Zabaleta: Es verdad.... YO LOS VOY A SALVAR. AHORA HAREMOS LA GRAN DANZA DE LA PROSPERIDAD.
Uctu Tu Tu Tutu: No tenemos danza de la prosperidad.
Zabaleta: Claro que sí.

Luego de decir esto, elevó sus brazos y mientras los movía, corría circularmente repitiendo la frase: Zaba Da Jaba Da Zaba Da Jaba Da HEY Sweet lord!!!!

La gente lo observó durante unos minutos y eventualmente se fueron cansando y retirando. Tres horas después de haber comenzado a danzar, Zabaleta se detuvo y se dirigió hacia la morada de su amigo Uctu Tu Tu Tutu.

Uctu Tu Tu Tutu: Veo que has terminado.
Zabaleta: Efectivamente.
Uctu Tu Tu Tutu: Perfecto, mañana mismo irás a Washington, en donde se reunirá la Asamblea de las Naciones Unidas. Lo importante va a ser cuando te cite el Consejo de Seguridad, órgano ante el cual plantearás la peligrosa situación en la que se encuentra nuestra Gran Nación, intentarás explicar las razones de defensa que nos atañen y luego intentarás llegar a un arreglo pacífico. ¿Queda todo claro?
Zabaleta: Sí... bueno no. Pero sólo necesito la danza.
Uctu Tu Tu Tutu: Ay Dios!!!

Al día siguiente Zabaleta tomó un vuelo hacia Washington. Cuando llegó fue recibido como diplomado internacional por una encargada de relaciones internacionales.

Encargada: Bienvenido Dr. Zabaleta. Realmente nos enorgullece cuando personas como usted se acercan a los intentos por pacificar el mundo.
Zabaleta: Mhhnammkkkgrrrrrahhhhhh...
Encargada: Intente no mirarme los pechos y hable nuevamente...

Zabaleta levantó su vista que tenía fija en el escote de la encargada.

Zabaleta: Ahhh... claro. Bueno a mí también me enorgullece estar aquí en la AFA.
Encargada: ONU.
Zabaleta: Sí, ahí también.
Encargada: Ahora lo acompañaré a su hotel y le dejaré mi número personal para lo que usted necesite.
Zabaleta: Mmmmm... para lo que necesite... eh?
Encargada: Cuando me llame voy a ir armada.
Zabaleta: ¿Y piensa que eso me importa?
Encargada: Dios santo... bueno, mañana por la mañana deberá reunirse con el Consejo de Seguridad. Irá directamente ahí y no pasará por la Asamblea General porque el Secretario de las Naciones Unidas no quería que los demás diplomados se escandalicen al verlo desnudo. Porque todos sabemos que irá desnudo.
Zabaleta: Maldición, pensé que sería una sorpresa grata.
Encargada: Ni tanto. Bueno, lo veré mañana Doctor.
Zabaleta: Adiós.

Por la mañana pasó la encargada a recoger al Doctor Zabaleta, quien estaba casi completamente vestido, aunque no estaba usando zapatos, sino chancletas. Se subieron al auto que los llevaba al edificio de la ONU...

Encargada: Así que quiere impresionarme... ¿no?
Zabaleta: No se engañe. De vez en cuando me gusta verme bien.
Encargada: Supongo que por eso es que lleva pintados los labios.
Zabaleta: Claro que sí.
Encargada: Debo admitir que se ve bien.
Zabaleta: Es costumbre que las mujeres se impresionen por mi atractivo físico y mis dotes intelectuales. Además, mis buenos modales hacen que mi compañía sea un placer para cualquier señorita.
Encargada: ¿Necesariamente tiene que rascarse la entrepierna mientras me habla?
Zabaleta: No.
Encargada: Bueno, hemos llegado. Le deseo éxito Doctor.
Zabaleta: La suerte ha quedado ya de nuestro lado desde el momento en que me llamaron. Saben que mi particular forma de dirigirme a las personas es infalible.

Zabaleta ingresó al edificio y se dirigió ante el Consejo de Seguridad. Los representantes de todas las delegaciones lo estaban esperando.

Presidente del Consejo: Bienvenido Doctor. No perdamos tiempo y exprésenos su postura.
Zabaleta: Estoy aquí para evitar una masacre como la de la otra masacre que ya no recuerdo cual era. Lo importante es que gente inocente morirá si no se detiene esto a tiempo. La Nación de Gualalalalalalalacaland, vecina a nuestra Nación está haciendo algo ilegítimo, que no sé bien que és.
Representante de los Estados Unidos: Gualalalalalalalacaland acusá a su Nación de desarrollar un plan armamentístico peligroso para la región y por ello planea invadirlos.
Zabaleta: Silencio, impío. Una cosa es desarrollar un plan armamentístico y otra, muy distinta, es comprar dulce de batata para, ocasionalmente, comerlo con queso.
Presidente: ¿Qué?
Zabaleta: Ya me han oído. Ahora ordenen que Gualalalalalalalacaland retire sus amenazas y nos otorgue 100 onzas de oro en tributo para nuestro Rey.
Presidente: Su país es una democracia. De todas formas, y a pesar de su incompetencia físico-mental, encuentro infundadas las amenazas de Gualalalalalalalacaland, ya que creo que un país que dependa de usted para algo no puede desarrollar absolutamente nada. Les otorgo la protección de las Naciones Unidas y en este mismo momento ordenaré que me traigan un café.

Zabaleta realiza ante el representante de Gualalalalalalalacaland un gesto similar al corte de manga, alegando que es un saludo de la gente de su Nación. Luego se retira del edificio de las Naciones Unidas, en busca de la encargada que lo había recibido, una vez más ignorantemente victorioso.

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