17.9.08

En la espera del Dr. Zabaleta

Estaba ya mentalizado a publicar algo. Ya tenía medio capítulo de Zabaleta escrito, así que digo "lo termino y lo publico, más de media hora no me lleva". Resulta que perdí el capítulo de Zabaleta; el hijo de un quintal de putas del ScribeFire me borró lo que tenía escrito, y claro está que no sé en qué parte del disco puse una copia ,ni cómo carajo puede llegar a llamarse. Por otra parte, yo sé que me propuse no postear nunca algo que no sea una historia de Zabaleta. Después se me ocurrió que era un buen homenaje para el aniversario de la muerte del Negro poner un fragmento de un cuento suyo. Ahora, finalmente, he decidido postear un cuento mío. Y, probablemente, este blog termine publicando fotogrtafías de travestis, si es que no pongo una ahora mismo. Así que, con la indulgencia de quién llegue a este punto sin haber ido a buscar un blog en el que haya fotos de travestis, les dejo estas poco aceptables páginas, que nunca fueron revisadas ni corregidas por lo cierto...

El de la pollera

--Yo lo veía pasar todos los días por afuera de la facultad. Para que te des una idea, está en plena peatonal. Es un lugar muy transitado, además hay muchos turistas, porque es una cuadra que es patrimonio de la humanidad. Y yo salía de dar clases a las ocho de la noche. O sea... es obvio que lo van a ver. No es que pueda decir: “están todos los pantalones sucios los llevé a lavar y me puse esto para ir a buscarlos, total nadie me va a ver”. Sí, cae de maduro que lo van a ver. Esa opción no era muy factible, pero es con lo primero que salió el Gordo apenas le conté.
-- ¿Le contaste al Gordo y no a mí?
-- Sí, te explico. El gordo está acostumbrado a que lo tomen de gil siempre, no va a salir por ahí a hacerse el vivo a costa mía, contando lo que le diga, porque se le va a dar vuelta y lo van a gastar a él. Entendeme, el tema era delicado, no le podía contar a cualquiera.
-- Pero es una boludez todo lo que estás diciendo.
-- ¡Esperá, esperá! Todavía no ves la verdadera magnitud del problema. Mirá, el tipo pasaba todos los días en pollerita al frente de la facultad. Te estoy diciendo que un tipo andaba por el medio del centro a las ocho de la noche en verano, que está más lleno de gente que en un superclásico, con una pollerita digna de una de esas minas que bailan en los programas de televisión.
-- ¡Ah la mierda!
-- ¡Sí! ¿Ves? Es complicado. Está bien, reconozco que la pollerita era a cuadritos y podía ser escocés el tipo... pero ¿y si no? ¿Si el tipo era argentino como vos o como yo? Ahí se pone jodido. Se pone jodido porque el tipo no era travesti. No es que andaba por ahí vestido de mina y arreglado como mina queriendo ser y verse como mina, con eso no hay problema. El problema es que tenía la pollerita pero estaba con sombra de barba, el pelo corto así nomás, como el del Negro, viste.
-- Claro, sí, te entiendo. Y ¿qué hiciste? Porque no te quedaste con la hipótesis del Gordo.
-- No, era una pelotudez lo que dijo. Me arrepentí ahí nomás de haberle dicho, decí que lo mandé a comprar helado y fue al toque y lo pagó él. Bueno, no importa. Después de eso le fui a preguntar a mi viejo. Siempre fue un tipo sabio.
-- ¿Qué te dijo?
-- “¡Es un escocés, pelotudo!”. Lo cual me hizo caer en cuenta de que quizá la opción más sencilla era la correcta. Sí, me había hecho tanto lío al pedo con un escocés que andaba por ahí nada más que usando su vestimenta clásica, folklórica, qué se yo.
-- Ahí está. No era tan jodido.
-- No, pará. Yo sé que mi viejo la tiene re clara en todo. Pero de esta estaba seguro, ese tipo andaba en algo raro.
-- Sí, la verdad que tenía razón tu viejo.
-- ¿Con lo de la pollera?
-- No, con que sos un pelotudo.
-- Pará, no seas atolondrado, escuchá. Agarré y lo seguí al tipo.
-- ¿Seguiste al escocés?
-- No era escocés... escuchá. Lo seguí de cerca unas cuantas cuadras. No muy de cerca, pero a unos pasos, me acercaba más en las esquinas, cuando esperaba el rojo del semáforo para cruzar. Caminé como boludo varias cuadras, mirando cómo caminaba, tratando de sacar de dónde era.
-- ¿Ahora sacás el origen de una persona por cómo camina?
-- Andá a cagar. ¿Me vas a escuchar? ¿Hablo yo o pasa un tren?
-- Dale, seguí.
-- Bueno. El tipo no daba ninguna señal de si era de acá o no. Conocía muy bien por dónde caminaba, pero un escocés puede vivir un par de meses y también se aprendería bien las calles. Después ví que le dieron un folleto y lo tiró en seguida, lo que me hizo creer que lo tiraba porque estaba en un idioma que no sabía leer, listo es extranjero. Mientras pensaba eso me dí cuenta que yo acababa de hacer lo mismo con el mismo folleto.
-- ¡Viste que sos un pelotudo!
-- Basta Tano, me cansaste. Me voy al carajo.
-- Te estoy jodiendo no te enojes.
-- Es que no podés joder con algo tan delicado.
-- Perdoná. Dale, no te interrumpo de nuevo.
-- La cosa es que cuando me estaba por volver, cuando nos frenamos en la esquina el tipo canta “Mozo, sirva un vaso más de caña”. ¿Entendés? Estaba cantando De puro curda. No hay forma que sea de Escocia si canta De puro curda en perfecto acento argentino. Ponele que sea un extranjero que le gusta el tango, ponele. Pero no les hacen escuchar De puro curda, les ponen a Piazzolla, a Gardel, a Pichuco capaz, pero nada más, un par de tangos o milongas conocidos y los mandan contentos a su casa sin conocer más que seis tangos. El flaco éste, estaba con una pollerita que de pedo le tapaba el culo, en una esquina llena de gente, cantando bajito “...yo tomo sin motivo y sin razón”.
-- ¡Uh, jodido!
-- ¿Ves lo que digo? Lo primero que se me vino a la mente fue mi viejo. Se había venido abajo su teoría del origen escocés. Un sabio, un grande, le había errado. Yo tenía razón, había algo raro.
-- Bueno, está bien. Era argentino, pero ¿a qué querés llegar?
-- Acá viene la parte jodida de la historia. Tengo un conocido que estudió diseño textil.
-- ¡Jajaja, qué putazo!
-- Sí, nosotros también nos cagábamos de risa. Ahora está en Francia, lleno de guita y se mueve las mejores minas de Europa.
-- Ah, bastante bien la hizo.
-- Ya creo. Es un flaco que conocí cuándo estaba viajando a inscribirme a la facultad, él se iba a inscribir a diseño textil. Yo me las re creía, porque iba a ser abogado, y ese boludo estudiaba esa pavada. Me daba charla el flaco en el colectivo, y yo le contestaba dos pelotudeces y no le deba bola. Hasta que hablando un poco más me di cuenta que era buen tipo, que estudiaba eso porque la madre era costurera y a él siempre le atrajo lo que ella hacía. Qué se yo. Bueno, ahí cambiamos los mails y nos escribimos un par de veces. Nos vimos también en algunas fiestas de un amigo en común. Y siempre el mejor de los tratos. Muy piola resultó ser, y parece que me apreciaba bastante. Un día volvió de Europa a Argentina y me llamó (yo le había dado el teléfono celular por mail) para tomar un café y charlar. Él ya me había contado que estaba trabajando en Europa y que le estaba yendo bastante bien. Y bueno, acepté para verlo y charlar un poco en persona.
-- Te quería empomar.
-- No seas tarado. Ya te dije que se mueve a las mejores minas de Europa, no es puchero. ¿Dónde me quedé? Ah, nos juntamos en el bar del Monse, pedimos unos licuados porque hacía calor.
-- ¿Licuados? Ah, bien putos los dos.
-- Pará boludo. Se puso a hablar de la moda y qué se yo de esto y lo otro. Y una de las cosas que él dijo es que hay diseñadores que le pagan a algunas personas para que salgan en las ciudades grandes con ciertos diseños de ropa que después se van a usar pero que ahora son más feos que una patada en el medio de las pelotas. Es cómo que van preparando a la gente para que se acostumbre a ver eso, que les entre de a poco.
-- Te zanateó lindo tu amigo el puchero.
-- ¿Qué zanata? ¿No te das cuenta de que puede ser? El mundo de la moda mueve mucha guita. Les pagan a estos salames para que anden por ahí vestidos de boludos para que después nosotros compremos eso cuando salga. Y el tipo de la pollerita era uno de esos. Un espía al servicio de la moda. Nos estaba inculcando, de a poco, el uso de la minifalda a los hombres.
-- Pero esa es una idiotez de un calibre más grande que la que dijo el Gordo.
-- Vos te reís, pero podía ser. La cosa es que yo estaba asustado porque tengamos que usar minifalda. ¿Te das cuenta? ¡Minifalda!
-- Y pero si no querés no la usás y listo.
-- No, ¿no te das cuenta? Es como esas mallas floreadas, ¿te acordás? Al principio parecían inmundas, pero después, sin darte cuenta, tenías una malla así, y una camisa... ¡hasta un reloj floreado me compré yo! Mirá si no iba a terminar con pollerita.
-- Y bueno, si la usás es porque te gusta y listo.
-- No, no da. En ese momento me va a gustar por la influencia de la nueva moda, no voy a ser yo, voy a estar cegado por la vanidad. Éste soy yo, lúcido, diciendo que usar minifalda es de mina. Me daba miedo.
-- Y bueno, ya está, aceptalo, va a ser más fresco que los pantalones largos. Tenés las tarlipes más en contacto con el aire.
-- No importa eso. Yo tenía miedo de tener que usar pollera. Y decidí seguir de nuevo al tipo.
-- ¿De nuevo? Ya te había empezado a gustar la cola del muchacho.
-- No, tenía que hablar con él. Preguntarle si estaba pagado por los diseñadores o algo así. Así que agarré otra tarde que salía de la facultad y lo seguí, después de caminar unas cuadras junté fuerzas para frenarlo. Lo paré y le dije:
-- Me gusta tu culo. ¡Jajaja!
-- Tano, te estoy por revelar el meollo de la cuestión y vos te cagás de risa.
-- Ah, cierto que era importante, dale.
-- Le digo: “te tengo que hablar, viejo”.
-- ¿Y qué dijo?
-- Me dijo: “sí, ya sé por qué es”. Me quedé helado yo. El tipo era vidente.
-- No, idiota, es obvio que era por la pollera. Si parás por la calle a un tipo que tiene una verga en la frente y le decís “hay algo que me llama la atención”, no son los ojos, seguro.
-- Bueno, Padre Brown, perdoname. Me pareció eso en ese momento. La cosa es que el tipo aceptó hablar. Lo invité a un café y vino de buena gana. “¿Querés saber por qué lo hago?”, me dijo. Asentí con la cabeza nomás. “Es mi forma de protesta social”, contestó.
-- ¡Uh! Lo que faltaba, es Nelson Mandela el tipo.
-- No, callate Tano, sos un ignorante. La tenía clarísima el tipo. ¿Sabés contra qué protestaba?
-- ¿Contra los pantalones náuticos?
-- No, bestia. Contra el establishment. Él se representaba la lucha así. Era como un pequeño atentado contra la sociedad establecida, contra nuestros pobres valores de decencia y dignidad, que avalamos mientras vivimos haciendo la guerra. Contra eso peleaba.
-- Otro que te zanateó.
-- No me zanateó. Lo bien que la hizo. Mirá cómo la peleó. Por lo menos él hace algo. Anda por ahí con pollera y asusta a boludos como yo que tienen miedo de que no les guste la moda. Y él lleva su estandarte de lucha.
-- Anda en bolas, bah.
-- Sí, anda en bolas. Pero único y libre. Lo admiro.
-- ¿Qué fue de la vida del tipo?
-- No sé. Desde ese día, siempre que pasaba me saludaba. Yo lo saludaba orgulloso. Pero de golpe dejó de pasar, ahora hace rato que no lo veo. Se debe haber vuelto al sur, creo que era de un pueblo del sur. Yo no lo ví más. Busqué en internet “tipo con pollera”, pero solamente encontré un montón de páginas de travas.
-- ¿Tenés alguna todavía?
-- Sos una bosta Tano, ¿no te importó nada la historia?
-- Sí, estuvo bueno, pero ¿a qué venía?
-- Este sábado, tipo ocho y media de la noche andá a la peatonal, a la altura de la facultad y fijate quién pasa con pollera.

F I N

19.7.08

El mundo ha vivido equivocado

Es imposible olvidarse del Negro. Les hago llegar unas reflexiones suyas que moldearon mi concepto de la vida:

—No. No —le llama la atención Hugo.— No. Ahora viene lo interesante. Porque yo te digo una cosa. Te digo una cosa... eh... Pipo. Te digo una cosa Pipo: El mundo ha vivido equivocado. El mundo ha vivido equivocado. Yo no sé por qué carajo en todas las películas el tipo, para atracarse la mina, primero la invita a cenar. La lleva a morfar, a un lugar muy elegante, de esos con candelabros, con violinistas. Y morfan como leones, pavo, pato, ciervo, le dan groso al champán mientras el tipo se la parla para encamarse con ella. Yo, Pipo, yo, si hago eso... ¡me agarra un apoliyo! Un apoliyo me agarra, que la mina me tiene que llevar después dormido a mi casa y tirarme ahí en el pasillo. O si no me apoliyo me agarra una pesadez, un dolor de balero. Eructo.
—Y eso no colabora.
—No. Eso no colabora —Hugo se pega repetidamente con la punta de los dedos agrupados en la frente— ¿A quién se le ocurre, a quién se le ocurre ir a encamarse después de haber morfado como un beduino? Es como terminar de comer e ir a darte quince vueltas corriendo alrededor del Parque Urquiza. Hay que estar loco.
—Sí. Es cierto.

Roberto Fontanarrosa, El mundo ha vivido equivocado

28.6.08

Obra de Teatro XXVI -> La velada romántica de Roberto Zabaleta <-

Antes de dar comienzo al relato de tan ilógica aventura quiero comentar que pude vencer al demonio y regularizar la materia de la que había hablado en el post anterior. En cumplimiento de lo pactado (con nadie, seguramente) aquí hay una nueva aventura del Dr. Roberto Zabaleta...

Era en sus años mozos. En la universidad. Zabaleta había conseguido que una señorita acepte una invitación suya a cenar a su departamento. Había preparado, de forma más o menos aceptable, algo que se asemejaba a una pizza. La señorita llegó y Zabaleta la recibió vestido solamente con un delantal de cocina, lo que alarmó a la convidada, de no ser por el tono relajado con que Zabaleta habló...


Zabaleta: Señorita... por fin ha llegado. Mentiría si digo que la estaba esperando, debido a mi incorrecta vestimenta, mas con su permiso me alistaré.

La muchacha, a pesar de su estado de alerta debido, en primer término a la palmaria desnudez de su anfitrión y en segundo lugar al modo en que había sido invitada, ingresó a la vivienda de Zabaleta...

----- Recuerdo de la invitación -----
Zabaleta: Hola Uooooooooooooooghhhhhhhhhh...
Muchacha: ¿Estás bien?
Zabaleta: Claro que sí. Uoghhhhhhhhhhhhhhhhh...
Muchacha: Entonces ¿por qué estás vomitando en una palangana?
Zabaleta: Simplemente porque así debe ser. Me pregunto si querrías venir a comer a mi casa mañana por la noche.
Muchacha: Me encantaría.
Zabaleta: Uooooogh!!! Genial!!! Uoooghhhh!!! GOOOOOOOOOOOOOOOOL!!! Te espero, esta es la dirección.
Muchacha: No, esa es la palangana.
Zabaleta: Bueno, entonces esta.
Muchacha: No esa es tu entrepierna.
Zabaleta: Claro. Tomo nota... mejor la escribo acá.
Muchacha: Bueno, nos vemos.
----- -----

Lo primero que notó al ingresar al departamento de Zabaleta fue que las cosas tenían escrito con marcador un nombre. Acto seguido vio bolsas de sal. Muchas bolsas de sal apiladas en un estante. Cuando Zabaleta volvió de ocultar su desnudez la muchacha lo interrogó sobre estas cuestiones.

Muchacha: Roberto... ¿por qué las cosas tienen nombre y por qué hay tanta sal apilada en ese estante?
Zabaleta: Para lo primero ni siquiera podría intentar esbozar una explicación que pueda parecer lógica. A la segunda cuestión respondo...

----- Recuerdo de la compra de sal -----
Padre de Zabaleta: He optado por una etrategia económica distinta para darte el dinero. En lugar de darte dinero todos los meses, te voy a dar toda la plata del año junta. Es hora de que aprendas a manejar el dinero. Acá están, siete mil doscientos pesos. Invertilos sabiamente.
Zabaleta: Perfecto.
----- -----

Muchacha: ¿Y compraste todo eso de sal?
Zabaleta: ¡No! ¿Te pensás que soy idiota? compré sal sólo por tres cuartos del dinero, con el resto compré lustramuebles. Trescientos setenta y dos frascos de líquido para lustrar muebles. Los tengo en la heladera.
Muchacha: ¿A todos?
Zabaleta: No, claro que no. Sólo los que entran. El resto está en la bañera. Y no los saco para bañarme.
Muchacha: Ah, claro.
Zabaleta: Sí, sabía que te impresionaría. Bueno, suficiente charla, debés tener hambre y ya está la comida. Aprovechando esta magnífica noche de estío, cenaremos en el balcón.
Muchacha: Qué buena idea...

Zabaleta acompaña a la muchacha hasta el balcón y regresa al instante con la pizza.

Zabaleta: Bueno, ahora sí.
(Luego de unos segundos)
Zabaleta: Me olvidé de lo que tenía que hacer.
Muchacha: La pizza.
Zabaleta: Ah, sí, hacer la pizza.
Muchacha: No, hacerla no, servirla.
Zabaleta: Comprendo. Servir pizza.

Zabaleta procede, efectivamente, a servir la pizza:

Zabaleta: Una para vos, una para mí, dos para vos, dos para mí.
Muchacha: ¿Las estás repartiendo como cartas, no?
Zabaleta: Tu intelecto apunta en el correcto sentido.
Muchacha: No se reparten así. Es sólo una porción por vez para cada uno.
Zabaleta: Sí, una sola.

Zabaleta logra comprender el precepto. Al comenzar a comer notan que en el balcón aledaño está desarrollándose una reunión festiva de estudiantes universitarios, reuniones conocidas también como joda, parranda, tole tole, o bardo indescriptible y, seguramente, bastante ilegal.

Zabaleta: No puedo tolerar esto. Voy a dialogar gentilmente con ellos para que bajen el volumen.
Muchacha: No hace falta, después de comer podemos ir adentro...
Zabaleta: Sí, es necesario que lo haga, no sólo por nosotros, sino por los demás vecinos que no tienen el valor que yo tengo para hacer respetar sus derechos.

Luego de pronunciar tan solemnes palabras, Zabaleta se dirigió al departamento vecino a hacer su solicitud. Y volvió luego de una extraña demora de 15 minutos para realizar la operación.

Muchacha: ¿Por qué tardaste tanto?
Zabaleta (con notorio aliento a Fernet): No, sí, no, debatíamos unas cuestiones sobre el ámbito de reserva de cada persona y el derecho a la libre expresión.
Muchacha: ¿Qué?
Zabaleta: Nimiedades. Continuemos la velada.

Pudieron seguir unos 15 minutos más hasta que el ruido proveniente del lado se hizo intolerable nuevamente.

Zabaleta: Veo que no escarmentaron. Deberé ir nuevamente.
Muchacha: No, no es necesario, preferiría ir adentro con vos...
Zabaleta: No, claro, pero toda la cuestión esa de los vecinos que dije hace un rato. Ya vengo.

Luego de decir esto, Zabaleta salió, presuroso, hacia el departamento vecino. A los pocos segundo se comenzó a oir fuertemente su risa y su inconfundible voz enunciando frases no del todo audibles. Luego de 25 minutos Zabaleta regresa a su departamento ya en cierta forma afectado por el alcohol, bastante desalineado y con la bragueta del pantalón abierta.

Zabaleta: Me han expresado su arrepentimiento. (Produce ciertos ruidos guturales indescriptibles). No seguirán molestando.
Muchacha: ¿Estuviste tomando?
Zabaleta: Imposible. Calumnias. Lujuria. ¡Viva Urquiza, muerte al tirano!
Muchacha: Bueno, por qué mejor no te acompaño a la cama y te acuesto y...
Zabaleta: Así lo haremos. Pero luego de que haga silenciar definitivamente a los involucionados de aquí al lado.
Muchacha: Pero no importa el ruido, porque...

Zabaleta se retira, prometiendo una ausencia brevísima. Inmediatamente se lo ve salir corriendo por el balcón del lado gritando...

Zabaleta: ¡Ayayayayayayayay!
Vecino: ¡Síiiiiiiiiiii!
Amigo del vecino: ¡Nooooooooo!

Transcurrida una media hora regresa Zabaleta a su departamento, ya visiblemente borracho, ingresa y grita: "¡Aghhhhhh Ruaaaaaaaaaaaaaaa Bssssss!". Busca tres envases retornables de gaseosa y se retira nuevamente. Se lo observa salir al balcón de su vecino semi desnudo, con un casco de motocicleta en la cabeza, bailando y frotándose contra la pared. La muchacha, que sólo pretendía usar a Zabaleta como objeto sexual, se va, indignada del departamento. Y Allí queda Zabaleta, ahora con dos mujeres que se frotan en él mientras se frota en la pared y que pretenden, también, utilizarlo como juguete sexual. Sí, allí queda, una vez más ignorantemente victorioso.

F I N

16.5.08

Y que sea lo que dios quiera...

Les juro que en algún momento voy a volver a escribir otra historia de Zabaleta. Es lo que más ansío. Pero sucede que este cuatrimestre en Derecho curso una materia que es lo peor que me pasó en la vida (sí, y estoy incluyendo a las materias de ingeniería, para los que me conocen). Por colmo de esto tengo, en esa materia, a una profesora que es lo más parecido a Lucifer. O no, mejor dicho a Lucifer mal cogido. Les doy un ejemplo: nos adelantó todo el cuatrimestre porque ella tiene que viajar, pero no nos va a dar ningún día de la semana de Mayo PORQUE TOTAL NO VIAJA EN ESA SEMANA. De más está aclarar que ya rendí el primer parcial y me limó el buje. Ahora tengo que estudiar para el segundo parcial el 19 de junio (2 días después de mi cumpleaños) y, si algún dios se apiada y apruebo, tengo que hacer el recuperatorio el 24 de Junio. No parece tan complicado, ¿no?. Bueno, tranquilos, para asegurarse de que nos va a hacer el orto, en el recuperatorio no entran los temas del parcial en el que te fue mal... no, no... entran los temas que no entraron en los otros dos parciales. Ahora sí. Es casi inminente la apoyada que me va a pegar, pero acá estoy, presentando batalla y deseando constantemente que le explote la cabeza mientras habla.
Estos son sólo pretextos, pero piensen que muchas veces quisiera pegarme un tiro en las pelotas antes que tener que estudiar eso... así que, por favor, les pido sean indulgentes. Eventualmente volveré a tener alguna idea para escribir.
Lo único que espero es poder salir de todo esto ignorantemente victorioso...

29.2.08

Obra de Teatro XXV ->Zabaleta y la extraña muerte del Sr. Lohan <-

Vestido con una pollera hindú, encontramos al Doctor Roberto Zabaleta en una heladería...

Zabaleta: ¿...y usted cree que eso es suficiente salsa de chocolate? ¡Eso no es suficiente salsa de chocolate? Yo no pagué cincuenta centavos de más para que luego me nieguen salsa de chocolate.
Empleado: Pero Doctor, ya gastamos dos frascos de salsa en su helado.
Zabaleta: Comprendo su punto, pero comprenda usted el mío.

Se acerca a la escena una persona que viene agitada...

Persona que se acerca: Doctor Zabaleta... gracias a Dios... necesitamos su ayuda.
Zabaleta: ¿Mi ayuda? espero que involucre mantener relaciones con señoritas con buena presencia.
Persona: Lo dudo. Soy Cristian Lohan, ha muerto el señor Teo Lohan, mi tío abuelo, y las circunstancias de su muerte son dudosas. Necesitaríamos de su pericia, su aguda intuición y sus afilados razonamientos para aclarar la situación.
Zabaleta: Ya creo que me necesitan. Ahora, usted, deme mi helado -lo de la salsa no se termina aún- usted, acompáñeme.
Hombre que estaba parado ahí: Yo no tengo nada que ver, sólo quiero comprar un helado.
Zabaleta: Le dije que me acompañe. No me discuta.... déjeme ver... helado, pollera, sr. Lohan, extraño... tenemos todo lo que necesitamos. Al batimovil.

Los tres se dirigieron hacia una moto extremadamente ridícula que poseía Zabaleta, quien al llegar se puso en la cabeza una pelota de fútbol cortada a la mitad que hacía las veces de casco...

Zabaleta: Ahora, suban, en esto llegaremos rápido.
Cristian Lohan: Es absolutamente imposible que los tres podamos movilizarnos en esa motocicleta.
Zabaleta: Eso cree usted. Suban, desarrollaremos velocidades nunca antes vistas.

Se subieron a la motocicleta que, en verdad, era increíblemente pequeña. Zabaleta iba parado sobre los apoyos de los pies, Cristian Lohan iba sentado en el diminuta asiento y el extraño de la heladería iba montado a las espaldas de Lohan. El ruido de la motocicleta era estruendoso, pero la velocidad apenas superaba los 10 kilómetros por hora.

Cristian Lohan: Allí es la casa de mi tío.
Zabaleta: Estábamos muy cerca, podríamos haber caminado.
Cristian Lohan: Claro, intenté explicárselo, pero se durmió manejando la moto mientras le hablaba.
Zabaleta: Son cosas que pasan.
Extraño de la heladería: ¿Puedo irme a mi casa?
Zabaleta: Claro que no, usted es el principal sospechoso.
Extraño de la heladería: ¿De qué me habla? Yo sólo quería un helado.
Zabaleta: Un helado y... matar al sr. Lohan.
Extraño de la heladería: Me quiero ir a mi casa.
Zabaleta: Ya va a tener mucho tiempo para ir a su casa cuando esté preso.
Extraño de la heladería y Cristian Lohan: ¿Qué?
Zabaleta: No importa. Vayamos dentro.

Al ingresar a la suntuosa casa del tío abuelo de Cristian Lohan se encuentran con su jardinero. Una persona un poco tosca, de grandes bigotes y prominente barba.

Jardinero: Sr. cristian, tal como usted lo pidió no toqué absolutamente nada y cuidé que nadie se acerque al jardín. Usted debe ser el Doctor Zabaleta, confiamos en que pueda ayudarnos.
Zabaleta: Por supuesto que podré ayudarlos. Ahora deben comprender que asignaré tareas que
tendrán que ser cumplidas con eficiencia y celeridad. cristian, prepare una sangría; extraño, arréstese solo; usted, sospechoso jardinero, cuénteme lo sucedido...
Jardinero: Bien, apenas estaba amaneciendo cuando...
Zabaleta: Comprendo...
Jardinero: El Sr. Teo Lohan...
Zabaleta: Comprendo...
Jardinero: Salía al...
Zabaleta: Comprendo...
Jardinero: Jar...
Zabaleta: Comprendo... No necesito saber más. Se trata de un suicidio.
Jardinero: Pero es imposible, lo encontraron decapitado y con un tiro en la cabeza.
Zabaleta: Tranquilo... piense un poco... primero puede haberse cortado la cabeza y luego de ponerla en el piso, pegarle un tiro.
Jardinero: No suena lógico. Al menos acompáñeme y vea el cuerpo.

Zabaleta y el Jardinero fueron al patio...

Zabaleta: ¡Dios! ¿Qué clase de enfermo pudo haber hecho esto? ¿Esta es la casa de Charles Manson?
Jardinero: Ahora... vea usted, lo extraño es lo siguiente... Yo vi al señor Teo Lohan salir al patio y lo seguí para alcanzarle su té. Lo seguí tan de cerca que, cuando él cerró la puerta que comunica la casa con el patio, yo tardé no más de tres segundos en abrirla. Y al abrirla ya lo encontré tirado aquí como lo ve usted ahora...

Zabaleta, que estaba mirando al jardinero mientras hablaba, volvió a mirar al cuerpo mutilado...

Zabaleta: ¡Ay Cristo Santo! ¿Qué demonios pasó aquí? No... no... tranquilo, ya tengo la respuesta. Vea usted, el señor Lohan salió al patio ya estando decapitado y sólo demoró un segundo en pegarse un tiro, usted no lo oyó porque seguramente dejó escapar un flato en el preciso momento en que estalló el arma.
Jardinero: Es una de las cosas más estúpidas que oí en toda mi vida.
Zabaleta: No lo crea tan así, sucede que...

En ese momento apareció Cristian Lohan con la sangría...

Cristian Lohan: Aquí tiene usted su brebaje, Doctor.
Zabaleta: Gracias, lo necesito para amoldar mis nervios.

Zabaleta procedió a ingerir el litro de bebida alcohólica sin respirar, demorándose un total de 20 segundos. Y luego volvió a ver al cadáver.

Zabalata: ¡Alguien llame a la Policía, hay un hombre muerto! ¿Qué diablos le pasó a ese hombre? ¡Alguien llame una ambulancia, necesita ayuda! ¡Pongan su cabeza en hielo!

Zabaleta arrojó la jarra contra el jardinero y lo desmayó. Luego impactó fuertemente con su rodilla en la entrepierna del sr. Cristian Lohan. Corrió hacia arriba y liberó al extraño que se había autoarrestado, lo advirtió de la macabra situación que había acontecido en el patio y se dirigió rápidamente hacia su moto.
Sucedió que el extraño llamó a la policía y ellos arrestaron a las dos personas que Zabaleta había dejado inmovilizadas en el piso, quienes fueron luego encontradas culpables del cruel y oscuro homicidio del sr. Teo Lohan.
Zabaleta huía por las montañas a muy poca velocidad en su motocicleta al grito de "¡Viva Urquiza. Muerte al tirano!". Allí iba, lentamente, ignorantemente victorioso.

F I N

25.2.08

Porque está de moda postear videos

Para bien de todos te demuestra que la violencia no es buena ni graciosa

30.12.07

Obra de Teatro XXIV -> Zabaleta y La Federal <-

Zabaleta esperaba un colectivo en la parada. Debía llegar a tiempo a la facultad para rendir un parcial. Una persona se acerca.

Persona: Soy oficial de la Policía Federal, división de Drogas Peligrosas, me va a tener que acompañar.
Zabaleta: ¿Qué? No, tengo que ir a la facultad a plasmar mis cuantiosos conocimientos en un parcial.
Oficial: Imposible. Verdaderamente no tiene opción. Debe acompañarme.
Zabaleta: Pero le juro que estoy limpio, nunca más volvía a contactar a esos terroristas que planeaban comprar armas.
Oficial: ¿Qué? ¿Armas? No, necesitamos que sea testigo, hemos secuestrado droga y haremos la prueba para determinar si efectivamente es marihuana, usted sólo debe presenciar el procedimiento.
Zabaleta: Claro, estoy dispuesto a drogarme siempre que la Justicia así lo requiera.
Oficial: En ningún momento dije que tendría que drogarse.
Zabaleta: Claro, entiendo, todo a su tiempo. Cuente conmigo.
Oficial: Perfecto. Acompáñeme.
Zabaleta: Ningún problema, sólo espere a que vomite un momento en este árbol.

10 minutos después.

Oficial: Es incomprensible que se haya sacado los pantalones para vomitar.
Zabaleta: Es por la presión estomacal.
Oficial: Ahora sí, vamos.

El oficial y Zabaleta ingresan a la división de Drogas Peligrosas que sólo estaba a unos metros de la parada del colectivo.

Oficial: Ahora iremos directo al laboratorio donde mi compañero nos espera con todo preparado para la prueba científica del contenido del paquete que secuestramos.

Cuando ingresan al laboratorio encuentran a una persona terminando de armar un porro.

Asistente de laboratorio: Por fin llegan, ya mismo lo prendo.
Oficial: No, idiota, te explicamos cien veces que ese no es el procedimiento aceptado por la policía para determinar si estamos en presencia de marihuana.

El asistente mira un rato al oficial y, de todas formas, enciende un fósforo. El oficial le pega en la mano haciendo que el fósforo se apague.

Oficial: Estúpido, ¡qué va a pensar este honrado ciudadano que traje como testigo?

Zabaleta y el asistente se miran. Luego de unos segundos Zabaleta le alcanza un encendedor al asistente.

Oficial: ¡No! ¡No! ¿Qué nadie guarda un poco de cordura en estos días, un poco de respeto por las instituciones, por la vida sana? Deme eso. El procedimiento correcto es introducir una pequeña muestra del estupefaciente decomisado en este recipiente que contiene un reactivo denominado Fast Blue que, como su nombre lo indica, se pone de color azul al estar ante la presencia de THC. ¿Comprendido?
Zabaleta y Asistente: Sí.

El asistente le acerca un encendedor al oficial.

Oficial: No se necesita fuego para esto. Dios santo. Oiga usted, ¿cuál es su nombre completo?
Zabaleta: Soy Roberto Zabaleta. Y algún día seré emperador supremo de estas tierras.
Oficial: Bueno Roberto, lo que tiene que hacer usted es observar el procedimiento y luego firmará unos papeles en dónde acreditará como verosímil todo lo que ha visto. ¿Entiende?
Zabaleta: Sin una sola sombra de dudas. Y luego me drogo.
Oficial: Y luego se droga... ¡No! ¿qué? ¡No! En ningún momento se droga nadie.
Asistente: ¿Cómo que en ningún momento se droga nadie? Me mintieron en la academia, desperdicié cinco años de mi vida. Y encima ahora soy policía. Mi padre se sentiría deshonrado si aún viviese.
Padre del asistente: Aún vivo. Y trabajo en la Policía desde los veinte años. No es una deshonra.
Asistente: Silencio viejo senil.
Oficial: Roberto, ¿entiende lo que debe hacer?
Zabaleta: ¿Qué es eso?
Oficial: Esos son 20 kilos de Clorhidrato de cocaína. Debe haber más de un millón de dólares allí.
Zabaleta: ¿Un millón?
Oficial: Sí, eso no interesa. ¿Comprende lo que debe hacer?
Zabaleta: Sí.
Oficial: Perfecto. Comencemos. Recuerde, una vez que este líquido se pone azul no hay vuelta atrás.

El oficial introduce una muestra extraída del paquete dentro del frasco, lo agita un poco y el contenido de éste se vuelve azul.

Oficial: Azul. Marihuana. Idiotas drogones. Ahora la ley caerá sobre ellos con todo su peso. Usted comprenderá que hemos encontrado a esos jóvenes con 10 gramos de marihuana. Debemos proteger a nuestra sociedad de ese flagelo.
Zabaleta: ¿10 gramos? Ustedes están enfermos. En lugar de perseguir a los que sacan el dinero en aviones robándose nuestros recursos naturales, nos hacen creer que esto es un flagelo y nos quieren hacer ver que su lucha es un éxito. Debería sentir lástima de usted mismo. Y, en otro orden de cosas, tampoco conviene desintegrar las bandas que venden paco en las villas, es más fácil que se mueran fumando esa porquería que darles un poco de cultura para que tengan una vida digna. Ojalá le salga sarna en las pelotas.
Asistente: ¡Sí! ¡Revolución! ¡Renuncio!
Oficial: ¿Quieren ustedes recobrar un poco la cordura?
Asistente: ¡Soy homosexual!
Padre del asistente: ¡Dios mío! ¡La droga arruinó a mi hijo!
Asistente: No, me arruinaron años y años de ver a Tinelli. ¡Glamour!
Oficial: ¿Dónde está Zabaleta?
Zabaleta: Aquí.
Oficial: ¿Por qué está desnudo?
Zabaleta: Lo consideré una buena oportunidad.
Oficial: ¿Se está robando la cocaína?
Zabaleta: No... Bueno, sí, un poco.
Oficial: Devuelva eso.
Zabaleta: Oblígueme.
Oficial: Tengo un arma.
Zabaleta: Mentira.
Oficial: Bueno, no la tengo aquí, pero tengo una en casa. Y otra en el campo.
Zabaleta: ¿Eso es éxtasis?
Oficial: Si le digo que sí ¿se lo va a robar?
Zabaleta: Ya saqué unos cuántos, pero no sabía qué eran.
Oficial: Venga aquí, queda arrestado.
Zabaleta: No, usted queda arrestado debido a su idiotez.
Asistente: Escape usted hermoso joven Zabaleta. Yo retendré al oficial.
Zabaleta: Gracias Marilyn.
Oficial: ¡Ayuda!, me quiere hacer el amor.
Zabaleta: Ese es su problema ahora, horrible represor de ideas.

Zabaleta huye de la dependencia policial ignorantemente victorioso.

F I N (de año... Felicidades.)

30.11.07

Obra de Teatro XXIII -> De la infancia de Zabaleta <-

Sucede que encontramos a Zabaleta corriendo, con dos oficiales de policía que lo persiguen. Mientras corre va quitándose la ropa de a poco. Hasta que los oficiales lo alcanzan...

Zabaleta: ¿Qué es tan importante como para interrumpir mis ejercicios matutinos?
Oficial: No son ejercicios, estaba huyendo de nosotros y no es de mañana, son las siete de la tarde.
Zabaleta: Son sólo circunstancias que no hacen al punto central que intento exponer.
Otro oficial: Mire, vimos que robó una luz de la plaza.
Zabaleta: Tranquilo...
Oficial: Es sencillo, no nos importa aprehenderlo, tan solo devuelva la luz que robó.
Zabaleta: Yo no robé nada. Todo lo que está en la plaza me pertenece.
Oficial: ¿Cómo le va a pertenecer algo que es de dominio público?
Zabaleta: Sé muy bien que han oído hablar de mí. Llamen a la municipalidad y averigüen. Soy el Doctor Roberto Zabaleta.

El oficial llama por celular al registro de la propiedad de la municipalidad...

Empleada del registro: Hola, ¿qué carajo pasa?
Oficial: Sí, soy el oficial Sebastián Giménez... Estoy con un tal Roberto Zabaleta que dice que todo lo que está en la plaza le pertenece.
Empleada del registro: Pero claro que le pertenece.
Oficial: ¿Cómo que le pertenece? ¿Lo conoce?
Empleada: Más vale. ¿Para esto llamaba? Qué forma de romper las pelotas.
Oficial: Váyase a cagar, vieja histérica.
Empleada: Cómo no, viejo impotente.

Oficial dirigiéndose al otro oficial...

Oficial: El adefesio inservible del registro dice que es verdad lo que dice, es de él todo lo que está en la plaza.
Otro oficial: Bueno, vamos a comer algo. Igual, me chupa un huevo.
Oficial: Sí, dale. Adiós Dr. Zabaleta.
Zabaleta: Qué gente más extraña...

Zabaleta sigue su camino semi desnudo y encuentra a una mujer con su hijo de unos cinco años...

Zabaleta: Disculpe amable dama... podría indicarme cómo llegar a un cine pornográfico, en donde pueda ver películas pornográficas.
Mujer con el hijo: ¡Desubicado! ¡Degenerado!

La mujer se aleja de Zabaleta alterada... Zabaleta se queda mirándola desconcertado.

Zabaleta: ¿Qué sucede con esta gente?

Zabaleta se acerca a un puesto de choripanes...

Zabaleta: Buenas tardes. Prepáreme un sándwich de chorizo asado, por favor.
Choripanero: ¿Qué’ lo que querí?
Zabaleta: Un choripan por favor.
Choripanero: Ah, sí ahí va.
Zabaleta: Póngale sólo mostaza, nada de mayonesa.
Choripanero: ¿Salsa crioia?
Zabaleta: No, sólo mostaza.
Choripanero: ¿Yepoio morao?
Zabaleta: No, póngale sólo mostaza.
Choripanero: Tomá.
Zabaleta: Pero esto tiene mayonesa. No tolero más esto. ¿qué pasa con esta gente? El demoledor ajetreo de la sociedad moderna finalmente ha acabado con mi sana conciencia. Necesito ayuda profesional.

Zabaleta saca su celular y activa el discado por voz...

Zabaleta: Llamar psiquiatra.
Celular: Llamando trava.
Zabaleta: ¡No, trava no! Psiquiatra.
Celular: ¿Qué psiquiatra? Trava. ¡Llamando trava!

Zabaleta arroja el celular contra una pared y, corriendo, se dirige a buscar un taxi... Ninguno tiene intenciones de frenar, por lo que Zabaleta, desesperado, corre por el medio de una avenida intentando convencer a alguno de que frene...

Zabaleta: ¡Taxi... taxi!
Taxista: ¡Correte boludo! ¿Cómo voy a llevar a un tipo desnudo?
Zabaleta: ¡Taxi! ¡Por favor!
Taxitsa: ¡Salí, enfermo!
Zabaleta: ¡Ayudaaaaa!

A todo esto Zabaleta ve que en realidad siempre estuvo a una cuadra de su psiquiatra y, luego de haber corrido buscando un taxi, estaba exactamente al frente de la puerta. Zabaleta ingresa apresurado y bastante trastornado...

Zabaleta: Soy Roberto Zabaleta, del Clan Zabaleta, tiene que decirle al doctor que necesito ayuda urgente.
Secretaria: Siempre la necesitó, lo extraño es que se de cuenta luego de tanto tiempo. Ya lo llamo.
Zabaleta: Gracias venerable anciana obsoleta e infértil.
Secretaria: Dice el doctor que está desocupado; puede pasar.

Zabaleta ingresa al consultorio del psiquiatra. Se saca los pantalones y los cuelga en el perchero para los sacos.

Psiquiatra: ¡Doctor Zabaleta! Tanto tiempo. Es un placer verlo nuevamente.
Zabaleta: Realmente necesito su ayuda Doctor. Mi templado juicio se ha visto menoscabado últimamente por la vorágine de la vida moderna y su ritmo.
Psiquiatra: Ningún problema. Sólo haremos una regresión temporal para ver si hay algún trauma que ha aflorado luego de estar reprimido unos cuantos años.
Zabaleta: ¿Y en qué forma cree usted que eso influye en mi diario desenvolvimiento?
Psiquiatra: No tengo siquiera la menor idea.
Zabaleta: Me convence su método. Me someteré a ese inútil vejamen.
Psiquiatra: Perfecto. Prepara la cámara de transformación esclava.
Secretaria: Ya hemos discutido el uso de esa terminología con el sindicato de secretarias, habíamos quedado en que no la utilizaría más, Doctor. También discutimos con su propio psiquiatra el tema de la adicción a los halcones galácticos, y usted mismo la consideró superada.
Psiquiatra: Entiendo. En ese caso, sólo déjenos solos. Muchas gracias. Ahora, Dr. Zabaleta, por favor, recuéstese en el diván.
Zabaleta: Usted a mí no me da ninguna orden, ¿entendió? Siéntese usted ahí.
Psiquiatra: Pero es un método largamente conocido mediante el cual...
Zabaleta: Siéntese. No me contradiga o me veré obligado a demostrarle matemáticamente su impotencia sexual.
Psiquiatra: Bueno, está bien. Me siento yo aquí.

Ambos toman sus posiciones. El psiquiatra procede a hipnotizar al Dr. Zabaleta. Con Zabaleta ya hipnotizado, intenta hacerle recordar algún momento de su infancia...

--- Recuerdo de Zabaleta ---

Pequeño Zabaleta: Maestra... me hice pis...
Maestra: Bueno Robertito... andá al baño... yo voy a llamar a tu mamá.

La maestra llama a la madre de Zabaleta...

Madre: Hola...
Maestra: Hola, señora, le habla el profesor de matemática de su hijo. Se volvió a hacer pis.
Madre: ¿Otra vez? ¿Cuántas van?
Profesor: Seis el día de hoy. No sé en la semana.
Madre: ¿No pueden dejar de darle agua?
Profesor: No, aparentemente tiene escondida una botella en algún lado y toma a cada rato.
Madre: ¿No pueden descubrir dónde la tiene?
Profesor: Pasa que nos amenazó con orinarnos encima... y tenemos miedo que lo haga... vió como es esto...
Madre: Comprendo... ya voy a llevarle ropa.
Profesor: Apúrese.

La madre de Zabaleta llega a la escuela con la ropa limpia...

Pequeño Zabaleta: Hola mamá.
Madre: Hola Robertito... acá está tu ropa limpia. ¿Podrías no orinarte por el resto del día?
Pequeño Zabaleta: Lo voy a intentar. Yo cada día que me despierto me digo: Hoy no me orinaré encima en clases. Pero sigo haciéndolo una y otra vez.
Madre: Bueno. Acá tenés la ropa. Yo tengo que ir a buscar a papá. Chau.

Zabaleta se pone la ropa limpia y regresa al curso...

--- Fin del recuerdo ---

Zabaleta: Sí, aún siento el hermoso placer de usar esa ropa ceca y perfumada... Gracias Doctor me ha curado.
Psiquiatra: No tengo idea de qué está hablando. Me quedé dormido.
Zabaleta: Lo voy a recomendar a todos mis amigos. Es usted un verdadero genio.

Zabaleta descuelga sus pantalones, se los pone en la cabeza y se retira, ignorantemente victorioso.

F I N

21.11.07

Chateando con Zabaleta y 4b

4b dice:
seria algo asi:
Cliente:_ Dr Zabaleta, lo llamo porque voy a entrar a juicio y me gustaria que ud como mi abogado, me brinde asistencia juridica.
Dr ZAbaleta:_ Claro, digame cuales son los cargos
Cliente:_ Violacion a menor de 14 años
Dr Zabaleta:_ No entiendo, lo pueden enjuiciar por eso?
Roberto Zabaleta dice:
sería más bien como:
Dr. yo: Entiendo... entiendo... pero de qué lo acusan?
cliente: de mantener relaciones sexuales con una menor de 14 años sin su consentimiento...
Dr yo: Sí, sí, pero por qué lo quieren juzgar... vamos... piense... algo malo debe haber hecho.



Un rato mas tarde y cambiando de tema....

4b dice:
yo estoy seguro que fue algo asi:
madre de jesus:_ Dios, estoy embarazada
Dios:_ Que? nooo, tenes que abortar, que le digo a mi esposa?
madre de Jesus:_ No, no voy a abortar
Dios:_ Ya se, lo mando la tierra con la excusa de que es un enviado, pero que no se le ocurra decir que es mi hijo porque le quito lo de la "vida eterna"

14.11.07

Sí, me tragué la parte de arriba del portaminas


Soy de esos que suelen morder la parte de atrás de los lápices. Esto no esta mal, claro, pero obviamente mi vicio se extiende a portaminas y biromes. La cuestión es que estaba en pleno auge de mi acto de masticación, cuando con la lengua empujo la tapita del portaminas y la dejo venir, el lápiz estaba medio falseado así que no le resulto muy difícil salirse con el capuchón entero, a tal fuerza que llego a ahogarme, quede viendo que era mejor hacer, si para adentro o para afuera, pero ahí donde estaba no era lo ideal, sobre todo porque no iba a tardar mucho en asfixiarme, y no queria perder la conciencia todavía, tenía que tomar una decisión. Bueno, tiré una moneda y dije, ya fue. Adentro!

30.10.07

Obra de teatro XXII -> Zabaleta, sobre dios <-

Zabaleta se encuentra en una entrevista con un importante periodista español...

Periodista: Doctor, estuvimos analizando la denominada blogósfera y nos encontramos con que en muchos blogs se discuten temas de religión tales como las posiciones frente a la deidad o al absoluto. Sus conocimientos son amplios en el tema y decidimos convocarlo en busca de respuestas a los interrogantes suscitados por la lectura de diversos blogs.
Zabaleta: Es un gusto estar aquí con ustedes en este tan importante show erótico asiático. Recuerdo cuando, siendo un joven, solía bajar mis pantalones...
Periodista: Doctor... usted está en España... en un noticiero producido por la CNN.
Zabaleta: Ah, claro.
Periodista: Entonces... podría decirnos si ha entrado en contacto con la temática planteada aquí a través de la blogósfera.
Zabaleta: Chupame.
Periodista: Eso es una falta de respeto.
Zabaleta: Tiene usted razón. Chúpeme. Sepa disculpar. Ahora bien, con respecto a la temática, yo he iniciado mi propio fotolog sobre travestis asiáticos.
Periodista: Nuevamente Doctor, no estamos en asia, no estamos hablando sobre pornografía, y no debe desnudarse mientras habla.
Zabaleta: Ah, comprendo. Entonces... decía usted...
Periodista: ¿No puede mantener usted una conversación coherente?
Zabaleta: Estando ebrio, no.
Periodista: ¿Está usted ebrio?
Zabaleta: ¿Me está faltando el respeto?
Periodista: Usted acaba de decirlo.
Zabaleta: Yo sé muy bien lo que digo.

Zabaleta cae dormido en el piso...

Periodista: Alguien prepárele un café. ¡Doctor! ¡Doctor! Despierte. ¿Se encuentra bien?
Zabaleta: Perfectamente.
Periodista: ¿Acaba de orinarse?
Zabaleta: No... bueno, un poco.
Periodista: ¡Dios mío!
Zabaleta: Dios... Dios, en caso de existir, no pasaría de ser una entidad canalla que ha hecho una obra majestuosa sólo para regodearse de ella lanzando todo tipo de catástrofes. Elucubrando, en su eternidad, siniestros planes para abatirnos día tras día, hasta que lleguemos a morir y seamos juzgados por él mismo.
Periodista: Magnífico, ¿puede repetir eso en el aire?
Zabaleta: Claro que no. Ya me lo olvidé.
Periodista: No tiene sentido continuar con esto.
Zabaleta: Esto continúa hasta que yo lo diga. Ahora van a filmarme bailando.
Periodista: De ninguna manera.
Zabaleta: No se atreva a desafiarme. Enciendan las cámaras.

Los directores del canal optaron por lo más lógico, que era hacerle creer a Zabaleta que lo estaban grabando, hasta que decida terminar de bailar.

3 horas después...

Zabaleta: Jai Jai Jai!!! Yeah!!!

Al pronunciar esos indescifrables sonidos dio un salto e intentó terminar el baile abriendo las piernas para quedar estirado en el piso, pero no lo pudo hacer, se cayó de costado y se levantó rápidamente para que nadie lo vea. Claro está que lo vieron absolutamente todos.

Zabaleta: Ahora aplaudan mi sublime actuación.

Todos, desconcertados, molestos y cansados, se vieron obligados a aplaudir. Zabaleta se retiró... al salir del estudio se encontró con el Raid, un amigo suyo amante de la pornografía de travestis.

Raid: Gracias Roberto... los entretuviste lo suficiente para robar horas y horas de pornografía homoerótica. No sé cómo podré pagarte...
Zabaleta: Tranquilo viejo y depravado amigo... algún día me devolverás el favor... algún día. Oiga, usted, deme un pancho con mostaza...

Lego de decir esto, Zabaleta se aleja comiendo el pancho... solidaria e ignorantemente victorioso.

F I N

10.9.07

Obra de Teatro XXI -> Zabaleta soluciona los problemas electorales <-

Zabaleta: ...y claro que, entonces, se hace innecesario suponer la existencia de una entidad superior que nos orienta moralmente, o que, en todo caso, juzga nuestros comportamientos descarriados con excelsa imparcialidad.
Kiosquero: Por dios, basta! ¿Se va a llevar la gaseosa o el jugo de naranja?
Zabaleta: Deme la gaseosa, un sándwich de bondiola y tres preservativos que usaré, oportunamente, como goma de mascar.
Kiosquero: Bueno, acá está. Seis con cuarenta todo.
Zabaleta: Aquí tiene. Quédese con el cambio.
Kiosquero: Con esto no le alcanza.
Zabaleta: Tome esto entonces.
Kiosquero: Esto ni siquiera es dinero.
Zabaleta: Bueno, suficiente. No voy a tolerar esta falta de respeto.

Luego de decir estas palabras, Zabaleta se saca los pantalones y se retira del kiosco.

Zabaleta llega al centro de cómputos, dónde se estaban contando los votos de la reciente elección. Habla con un gendarme que se encontraba en la entrada...

Zabaleta: Usted debería saber quién soy yo. Apártese de mi camino y déjeme pasar.
Gendarme: ¿está masticando un preservativo?
Zabaleta: Por supuesto.
Gendarme: Ay dios. Bueno, de cualquier manera no puede pasar.
Zabaleta: A mi nadie me niega nada... excepto en aquella ocasión...

------ Recuerdo de Zabaleta ------
Zabaleta: Buenas noches, deme 200gr de mortadela.
Hombre de la despensa: No me queda.
Zabaleta: Esto no se ha terminado. Recuerde bien mi cara.
-------- Fin del recuerdo --------

Zabaleta: Y cómo me he vengado de ese necio. No me haga usar mis capacidades sobrehumanas para lograr allanar el camino, apártese y será perdonado sin más.
Gendarme: Le dije que no puede ingresar. Además usted no tiene poderes.
Zabaleta: ¿Está dudando de mis capacidades? Enfréntese a mi ira ahora.

Zabaleta levanta los brazos y comienza a correr en círculos produciendo ruidos guturales indescifrables. En eso se asoma una persona de adentro...

Persona que se asoma: Ese es el Dr. Roberto Zabaleta y veo que ha desatado su ira. Lo estábamos esperando, déjelo entrar antes de que se orine encima o se pierda y haya que buscarlo nuevamente en la frontera con Bolivia.
Gendarme: Entendido. ¡Doctor! Venga por aquí, disculpe que no lo he conocido, me dicen que lo estaban esperando.
Zabaleta: Claro que sí, necesitan mis conocimientos. Queda usted dispensado del castigo semi apócrifo de mi venganza.

Zabaleta ingresa a una sala llena de computadoras y de personas trabajando. Una persona se acerca y le entrega unos papeles...

Zabaleta: Mmm... entiendo... entiendo... entonces no conviene atacar desde el norte.
Persona que le dio la hoja: ¿Qué? Estos son los resultados del recuento de los votos. No hay que atacar a ningún lado.
Zabaleta: ¿No? ¿Y por qué no me impidieron ponerme la armadura?
Persona que le dio la hoja: Lo creímos inevitable.
Zabaleta: Y bien lo hicieron. Ahora... oigan todos. Sé que estuvieron teniendo problemas, sé cuáles son los problemas, y sé cómo resolver todo. Vamos a necesitar a los fiscales de todos los partidos, dos baldes repletos de gasolina, cuatro réplicas exactas de la torre de Pisa...

Zabaleta se queda dormido. Luego de unos pocos minutos se despierta...

Zabaleta: Y consíganme a dos cabras.

Zabaleta vuelve a quedar dormido y luego de otros minutos más se despierta nuevamente...

Zabaleta: Esas cabras deberían estar aquí hace rato.

Hombre que trabaja en el centro de cómputos: Ya conseguimos todo lo que pidió. Sinceramente no entendemos para qué es todo esto, pero nos ordenaron no cuestionarlo.
Zabaleta: Sabia orden, y bien por ustedes por cumplirla. No imagina siquiera lo que podría suceder si no acatan mis pedidos. Ahora harán exactamente lo siguiente: que todos los fiscales me esperen en el patio; muéstrenme dónde están las urnas y lleven los baldes hasta allí; dispongan las pequeñas torres en forma de cruz fuera de la sala de las urnas; cierren la puerta; esperen fuera y permitan que obre con tranquilidad y meditación. ¿Entendido?
Hombre que trabaja en el centro de cómputos: Claro que sí.

Todo se hace de la forma en que Zabaleta ordenó. Luego de unas horas Zabaleta reaparece despeinado y sin pantalones en donde estaban todos los fiscales...

Zabaleta: Ya está, quemé todas las urnas.
Fiscales: (Entre gritos) ¿Qué?
Zabaleta: Sí, se acabó todo el problema. A partir de este momento no hay gobernador y reinará el caos y el desconcierto hasta que comprendan el mensaje de las cabras.
Hombre del centro de cómputos: No conseguimos las cabras.
Zabaleta: Entonces están completamente perdidos. Pero tranquilos, me haré cargo de la gobernación por el período que estipula la Ley, o hasta que yo quiera. Ahora basta de trabajar, llamen a los de la legislatura y díganles que hagan una Ley o algo así.

Zabaleta se sienta en una silla y se queda dormido ignorantemente victorioso.

22.7.07

Obra de Teatro XX -> Zabaleta de juerga <-

Zabaleta se toma un vaso de ron puro...

Zabaleta: Ahora que ya he aprobado sólo queda festejar.

Compañero de curso: Roberto, aun no aprobaste. No solo eso, sino que aun no rendiste. Es más, acaba de llamarte el profesor.

Zabaleta: Mmm... no me confundan!!!

Luego de decir eso, arrojó el vaso al piso, se desprendió el cinto y procedió a ingresar al aula.

Profesor: Veo que ahora es mucho más maduro, Zabaleta. Antes hubiera sido imposible esperar que ingrese al curso con el pantalón puesto.

Zabaleta: Claro profesor, los años han traído sabiduría a mi conciencia y han aquietado mi salvaje espíritu adolescente.

Profesor: Y lo felicito, Zabaleta.

Zabaleta: Ayayayayayayayay!!! (Gritando como un condenado a muerte).

Profesor: Es mucho mejor que los vómitos.

Zabaleta: Ya ve usted lo que le digo.

20 minutos después Zabaleta nuevamente tenía un vaso de ron en las manos.

Zabaleta: Ahora sí.

Profesor: Aun está dentro del aula.

Zabaleta: Esto es mucho más complicado de lo que imaginaba.

Arrojó nuevamente el vaso al piso.

Nuevamente 20 minutos más tarde y, por fin, fuera del aula.

Compañero de curso: ¿Y Roberto, cómo te fue?

Zabaleta: Gané.

Compañero de curso: ¿Cómo que “gané”? ¿Aprobaste? ¿Qué te sacaste?

Zabaleta: Son muchas preguntas. Al igual que el anciano disgustante ese que estaba dentro del curso...

Profesor: Estoy aquí y lo estoy oyendo.

Zabaleta: Silencio impío. Decía, al igual que el anciano ese todo el mundo quiere hacerme preguntas y veo que vos también. No contestaré a ninguna y me retiraré a festejar mi sangrienta y unánime victoria.

Al decir eso Zabaleta sale corriendo por un pasillo de la universidad agitando los brazos a forma de festejo. Luego de correr hasta su casa toma el celular y activa el discado por voz...

Zabaleta: Llamar a todos. Organizar juerga.

Celular: Comando desconocido.

Zabaleta: ¿Cómo que comando desconocido? Esto le pone trabas a mi libertad... ¿trabas?... ¡Llamar travas!

Celular: Llamando travas.

Trava: Hola.

Zabaleta: Hola, esta noche juerga en mi casa.

Trava: Perfecto.

Zabaleta: Avisale a todos.

Trava: Bueno, cómo no.

Zabaleta: Un momento, ¿sabe usted con quien habla?

Trava: Claro, con Roberto Zabaleta.

Zabaleta: ¿Y sabe donde vivo?

Trava: Claro que sí.

Zabaleta: ¿Cómo diablos...?

Trava: No intente indagarlo.

Zabaleta: Bueno, dejaré que el misterio fluya.

Trava: Esta noche se pudre todo.

Zabaleta: ¿Cómo que se pudre todo?

Trava: Shhh!!!... misterio.

Zabaleta: Ay, Dios. Hasta luego.

Trava: Hasta luego.

Luego Zabaleta entra a una página de contenido erótico y se queda babeando hasta que llegan las visitas... TIMBREEEE. Zabaleta atiende el portero.

Zabaleta: Ahhhh!!! Ughh!!!

Trava: Sí, somos nosotros. Eh, nosotras...

Zabaleta: Pasen.

Trava: Roberto, te presento a las chicas. Ella es Pantro, allá están Manguera y Comuñe, y esta hermosa jovencita a mi lado es la creme de la creme, Hilario.

Zabaleta: Es un gusto tenerlas aquí conmigo, dudosas e improbables muchachas. Ahora pasemos a desenfrenarnos y a perder las riendas de nuestra inhibición. ¡Pantro!

Pantro: ¿Sí?

Zabaleta: Prepará algo para tomar!!!

Pantro: Con mucho gusto.

A partir de este momento se vuelve difícil relatar la historia si no es desde la misma perspectiva de Zabaleta. Viviremos lo que él vivió esa noche.


Zabaleta sentado en una silla mirando el techo...

Zabaleta: Inspira lo bueno, exhala lo malo, inspira lo bueno exhala lo malo.

Manguera: Tomate un trago de esto, que se pasa todo.

Zabaleta: ¿Qué es?

Manguera: Shhh... vos tomá.

Pantro parado e imitando a un soldado que sostiene una ametralladora...

Pantro: Ratatatatatatatatata!!! Los voy a liquidar!!!

Zabaleta: ¿Compraron el pasaje?

Comuñe: Yo corro. Yo corro. Uyuyuyuyuy!!!

Zabaleta parado con las manos intentando alcanzar algo en el aire...

Zabaleta: ¿Qué diablos está sucediendo acá? Hilario!!!

Hilario: Aquí.

Zabaleta: Pongan la silla en el caballo, yo iré personalmente a verlos.

Hilario: ¿Qué?

Luego de un tiempo imposible de calcular Zabaleta se despierta, observa a su alrededor y lo que ve es una especie de trinchera en la tierra, se encuentra vestido con un uniforme azul y con un arma antigua en la mano. A su lado pasa alguien vestido como él...

Persona vestida como él: ¡¡¡Dale, corré que ahí vienen!!!

Zabaleta levanta la vista, mira hacia atrás y ve que viene corriendo un grupo de sujetos con un uniforme claramente diferente al suyo. Mira su arma, se levanta y sale corriendo con el arma en alto, gritando, ignorantemente victorioso...

 
Creative Commons License
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.